La protesta se produce a poco de que la oposición en Diputados intente una vez más avanzar en un tope a las subas de tarifas en los servicios públicos, tras la fallida sesión de la semana pasada. El principal proyecto fue consensuado por el Peronismo, el massismo y los K y propone que los aumentos no excedan el coeficiente de variación salarial (residenciales) o de precios mayoristas (empresas).
La iniciativa plantea además que el IVA en los servicios baje del 21% al 10,5%, en el primer caso, y del 27% al 21%, en el segundo. El kirchnerismo, que firmó en disidencia, ratificó su postura de retrotraer los valores de las tarifas al 31 de diciembre de 2017 y de congelarlas este año, para luego ir a un sistema de actualización por variación salarial.