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Con la reglamentación del nuevo Impuesto a los Combustibles publicada hoy en el Boletín Oficial, que representaría una suba de 1,7% o 40 centavos por litro en las naftas y el gasoil, las petroleras deberán definir en las próximas horas los pasos a seguir.

Sin embargo, primero quieren volver a reunirse con los funcionarios del ministerio de Energía antes de dar luz verde al aumento en surtidores. El encuentro (ya hubo uno el jueves) seráa las 14. En teoría, no es el impuesto lo que se debate, sino una renegociación del acuerdo para congelar los precios que el sector firmó en mayo y que abarca dos meses, hasta julio.

Sin embargo, las empresas quieren más definiciones sobre las compensaciones futuras que recibirán por haber congelado los precios y no actualizarlos a la par del dólar y la suba del precio del barril. En mayo, las empresas esperaban hacer un ajuste de 12%. El Gobierno les permitirá realizar aumentos a partir de julio de manera mensual para compensar los dos meses de congelamiento.

El nuevo cálculo para la aplicación del impuesto de Transferencia a los Combustibles (ITC) surgió a partir de la reforma tributaria del año pasado y empieza a regir en junio.

Antes, el ITC se calculaba como un porcentaje del precio de salida de refinería, es decir de un importe que declaraban las petroleras. Ahora es un impuesto fijo, que se actualiza trimestralmente por inflación, sobre el precio de venta al público. De junio a agosto, la actualización, en base a la inflación acumulada entre enero a marzo, es de 6,7%. Ese incremento se traduce en 1,7% en el precio de la nafta.

Por la suba del impuesto, el Tesoro recaudaría en junio más de $ 600 millones adicionales. Por eso, en momentos en los que el Gobierno busca cortar gastos y reducir el déficit fiscal de todas las maneras posibles, la postergación del gravamen no estaría en sus planes.

Fuente: Clarín