Murió hace un año al caer de un balcón y su novio alegó suicidio, pero su familia sospecha de femicidio

En un comienzo se creyó que se trató de un suicidio pero luego la evidencia demostró que podría haber sido un femicidio. Su novio estuvo detenido 45 días y luego liberado por falta de mérito.



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La madre de Pilar Lucía Riesco (21), la estudiante universitaria que murió hace hoy exactamente un año al caer del cuarto piso de un edificio del barrio porteño de Nueva Pompeya, apuntó contra la Justicia, a la que calificó como «paupérrima e ineficiente» al no haber avances en la investigación y aseguró que «va a demostrar» que su hija fue víctima de un femicidio cometido por quien era en aquel entonces su novio.

«El año lo transité muy enojada con la Justicia, que es paupérrima. Hay jueces que no deberían estar, no puede ser que cualquiera sea juez», dijo a Télam Adriana Chiaverano, mamá de Pilar, quien murió al caer de un balcón el 15 de marzo del año pasado y por cuyo caso estuvo detenido su novio, aunque luego fue excarcelado por falta de pruebas.

La crítica de la mujer apuntó al fiscal de la causa, Martín López Perrando, y a la jueza Nacional en lo Criminal y Correccional 51, Graciela Angulo de Quinn.

Si bien en un primer momento, tanto el fiscal como la jueza decidieron mantener preso al novio de Pilar, Patricio Leonel Reynoso (31), al que acusaron por el delito de «homicidio agravado por mediar violencia de género», luego la sala V de la Cámara Nacional Apelaciones en lo Criminal y Correccional consideró que no había mérito suficiente para mantenerlo procesado y con prisión preventiva y ordenó que fuese liberado.

«Hay cosas muy extrañas en la causa. A él (por Reynoso) le permitieron incorporar a testigos y a mí no me permitieron que declaren los que presenté. Todo está igual que el día que falleció mi hija por culpa de esta Justicia ineficiente«, resaltó.

Y agregó que estuvo realizando «una investigación paralela, muy profunda, y existen cosas que el fiscal y la jueza dejaron pasar que fueron muy groseras».

«Quiero hacer un jury a la jueza (Angulo de Quinn)», adelantó Chiaverano, y también señaló que la magistrada «no puede estar a cargo de un juzgado penal porque se está jugando la vida de las personas y de las familias».

Fuentes judiciales confirmaron que la jueza Angulo de Quinn solicitó que expertos de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) colaboren en la investigación del caso.

Sin embargo, fuentes de esa unidad fiscal aseguraron que por el momento solo prestan una colaboración en la causa, ya que no le delegaron la investigación.

Al cumplirse un año del hecho, Chiaverano señaló que «se replanteó» toda su vida y que hoy cree que lo mejor para sus otros tres hijos y nietos «es irse a vivir afuera porque acá no tenés a nadie que te proteja».

«Es tristísimo ver todo lo que les enseñaste a tus alumnos por casi 40 años -es abogada y profesora de cívica-, de ser personas de bien, tratar a todos con dulzura y que todo se caiga delante de sus ojos. Pienso que tenía que haberles enseñado a enfrentar este sistema corrupto que no te deja progresar y que le pone el pie en la cabeza todo el tiempo«, reflexionó.

Chiaverano aseguró que a su hija «la mataron» y que ella «va a llegar a la verdad y demostrar lo que le pasó a Pilar».

«A veces no tengo la fuerza de agarrar el expediente de mi hija, que es desgarrador, y mirarlo, analizarlo, darlo vuelta. Yo descubrí cosas pero la justicia no descubrió nada, no vieron nada. La víctima fue mi hija pero la que estoy sufriendo soy yo», sostuvo.

La mujer, que viajó a la provincia de Salta para realizar una promesa a la Virgen del Cerro, aseguró que hoy «le tocó» a ella pero «nadie está libre de que le pase» una situación similar.

Al cumplirse un año del hecho, familiares y amigos de Pilar realizarán este lunes a las 18 una misa en su memoria en la Basílica María Auxiliadora y San Carlos, ubicada en el barrio porteño de Almagro, donde la joven fue bautizada y recibió su primera comunión.

Para quienes asistan, la familia pidió que lleven alimentos y ropa para realizar una donación en nombre de Pilar.

Por último, Adriana recordó a su hija, que el 25 de este mes cumpliría 23 años, como una «buena persona, justiciera como la madre y con una gran sonrisa».

«Era una artista divina, una bailarina hermosa. Era simpática, alegre, te llenaba la vida. Era de esas personas difícil de olvidar. Era una luz en todos los lugares donde estaba», recordó entre lágrimas.

El episodio ocurrió cerca de las 16.30 del domingo 15 de marzo último, cuando la joven cayó del balcón del departamento «E» del cuarto piso de la calle Alagón 305, en Nueva Pompeya.

Según la pesquisa, Reynoso había regresado de bailar a las 8, se acostó a dormir y cuando se despertó comenzó una discusión prolongada con la joven.

El imputado afirmó que Riesco comenzó a increparlo, a gritarle, a decirle que no lo quería, que incluso en un momento le arrojó un portarretrato con una foto de ellos y que luego fue al balcón y se tiró al vacío.

El acusado tiene como antecedente penal una «probation», y si bien no existían denuncias previas de la joven contra su novio por violencia de género, Reynoso había sido grabado en abril del año pasado atacando a palazos un colectivo tras un problema de tránsito y esas imágenes se viralizaron por las redes sociales.

Fuente: Minuto Uno



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