Barreda mató a escopetazos el 15 de noviembre de 1992, en su casona de calle 48 entre 11 y 12 de La Plata, a su esposa Gladys Margarita Mc Donald (57), su suegra Elena Arreche (86) y sus hijas Celina (26) y Adriana (24).
El odontólogo primero negó la acusación del cuádruple crimen e intentó hacer pasar el hecho como un robo a su casa, pero finalmente confesó, y en 1995 fue condenado a reclusión perpetua por triple homicidio calificado y un homicidio simple.
Según contó él mismo en el juicio, los homicidios fueron una reacción suya a los maltratos y humillaciones que recibía de todas ellas.
«Lo siento por mi hija más chica, que fue a la que menos le di y de quien más recibí», declaró en aquel debate oral que terminó con él en la cárcel, donde con los años se dedicó a estudiar Derecho.
Recién en mayo de 2008 Barreda abandonó la Unidad Penal 9 de La Plata al ser beneficiado con un arresto domiciliario y se fue vivir con su nueva pareja, Berta «Pochi» André, quien murió en julio de 2015 como consecuencia del deterioro de su salud a raíz de graves problemas neurológicos.
En diciembre de ese mismo año, y luego de varias idas y vueltas judiciales, Barreda recibió la libertad condicional, mientras que en mayo de 2016 se declaró «extinguida la pena impuesta» y se hicieron «cesar las accesorias legales impuestas».
A partir de esta resolución, Barreda quedó en plena libertad y ya no tuvo que ser controlado por la Justicia.
Fuente: Minuto Uno