Aunque la diva ya había hablado de esta situación en otras entrevistas, ahora hablo desde el punto del impacto de estar desnuda en un escenario y sostuvo que la infancia dura que le tocó vivir le permitió afrontar la vida de esa manera.

«Fue el primer hombre que me daba asco, pero me hacía gozar. Hasta que logré sacarlo. Es duro contarlo en una mesa, no lo quiero banalizar. Nunca tuve odio a las mujeres, ni hombres ni nada. Es algo que tenía que suceder, lo saqué de mi vida pero no lo llevo como mochila», relató la actriz.

Según contó, los abusos ocurrieron a los ocho o nueve años cuando el abuelo su mudó con ellos. Ocurría en un juego de cartas donde ella lo tocaba a él y viceversa. También confesó que nunca se lo contó a la familia: «Nunca se enteraron mis padres, tampoco se lo quise decir. Son cosas de uno, privadas. Yo sé que no está bien, y es un delito. Pero estoy contando algo particular mío. No se lo dije porque no quise».