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El presidente Mauricio Macri está más cerca de poder nombrar al juez comercial que definirá el destino de Correo Argentino SA, un caso que involucra a su familia y que puede costarle a las compañías del grupo Macri miles de millones de pesos.
El Consejo de la Magistratura, el organismo que elige y controla a los jueces, ya cumplió con casi todos los plazos del concurso 408, convocado en 2018 para cubrir el cargo en cuestión: una vacante en la Sala B de la Cámara Comercial.
Los concursantes rindieron exámenes, tuvieron sus entrevistas con los jurados, se analizaron sus antecedentes y ya hay una orden de mérito, de acuerdo a los documentos. Ahora, resta que una comisión elabore una terna y envíe tres nombres al Ejecutivo para que Macri decida quién ocupará ese cargo clave. Luego, el Presidente debe enviar el pliego de su candidato al Senado y ver si pasa la prueba.
La Sala B debería estar integrada por tres magistrados pero actualmente sólo la componen dos: María Lilia Gómez Alonso de Díaz Cordero y Matilde Ballerini. Un tercer miembro será clave para definir un posible empate frente a las disidencias cada vez más notables entre las juezas. Será clave cuando el Gobierno vuelva a cerrar un acuerdo con Correo para que la compañía pague su deuda con el Estado y defina el monto, los plazos y la tasa de interés. También será central en la investigación por presunto vaciamiento de Correo y los resultados de la pericia de los libros contables de las principales empresas de los Macri: Sideco y Socma.
Hay diez candidatos, ocho hombres y dos mujeres. El juez Javier Cosentino quedó en el primer puesto, y los también magistrados Sebastián Sánchez Cannavó y Fernando D’Alessandro en el segundo y tercer lugar respectivamente. El juez Diego Papa está cuarto y, tras la renuncia de Santicchia, el camarista civil Gastón Polo Olivera quedó quinto.
Fuente: Perfil