«Fue un hecho extremadamente sangriento, uno de los más alevosos en los que me ha tocado intervenir», señaló a medios locales el fiscal Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional del Instrucción 7 de Mar del Plata.

En declaraciones reproducidas por el sitio 0223.com el fiscal Arévalo se refirió a las acciones de Matías Paz, el hombre de 23 años que confesó el doble femicidio entre llantos cuando se entregó en la comisaría 1^ra, en el centro de Mar del Plata, a 5 kilómetros de donde ocurrió el doble femicidio.

Paz, quien se encuentra alojado en la Unidad Penal 44 de Batán y se negó a declarar ante la fiscalía este jueves, pudo haber iniciado el fuego «intencionalmente para borrar huellas y evidencias» del homicidio, pero las llamas no llegaron «a cobrar fuerza como para llevarse los rastros», según consideró Arévalo.

El fiscal calificó como homicidio agravado por el vínculo, ensañamiento y por haber sido cometido en contexto de violencia de género –es decir que se trataría de un doble femicidio- y, por el caso de la niña, también se le suma el agravante de alevosía.

«Con un solo agravante la pena en expectativa es perpetua, pero esto describe la violencia con la que ocurrió el hecho«, indicó Arévalo.

El ataque habría durado entre 30 y 40 minutos.

Las víctimas fueron identificadas como Laura Sánchez, de 45 años, y su hija Zoe Paz, de 8 (inicialmente se pensó que tenía 9). En la autopsia se determinó que la mujer presentaba heridas que indicarían que intentó defenderse, pero la nena habría sido atacada mientras dormía.

Sus cuerpos fueron hallados por los bomberos que habían ido a su casa a apagar el incendio supuestamente probocado por Matías Paz.

Fuentes policiales y judiciales confirmaron a Télam que el cuerpo de la mujer presentaba 20 lesiones de arma blanca en el torso, el abdomen y el cuello, mientras que el de la nena tenía 19 heridas punzo cortantes.

Según las pericias, las lesiones provocaron en ambos casos las muertes a raíz de un «paro cardio respiratorio por shock hipovolémico».

El miércoles a la mañana Sánchez y su hija habían quedado con Matías Paz en su casa de Villa Lourdes después de que el marido y el hijastro de la mujer salieran a hacer compras.

«Este es uno de los puntos que llama la atención. Todos narraron que como toda familia podía haber desavenencias, no era mayor o algo que llamara la atención. Las dos personas que estaban en la casa y se fueron antes de los ataques narran que no había un clima de discusión o peleas», comentó Arévalo.

«Ni los vecinos refirieron haber escuchado gritos o alarma que indicara algún conflicto», agregó.

Horas más tarde, personal de la comisaría 3a de Mar del Plata encontró los cuerpos de madre e hija y a las 14 de ese día, a 5 kilómetros del barrio, Matías Paz se entregó a la Policía y confesó el doble femicidio.

Con el transcurso de las horas se supo que Matías Paz tenía antecedentes por violencia de género y familiar, pero el fiscal Arévalo descartó que tuviesen relación con la investigación actual porque las denunciantes no habían sido Sánchez y su hija.

Por ahora la fiscalía descartó que Paz haya tenido cómplice, que haya estado bajo el efecto de drogas o alcohol o que haya sufrido un brote psicótico.

«Pudo haber existido algún tipo de perturbación, pero la incineración posterior de prendas que tendrían vunculación no sería indicador de alguien que esté fuera de su sano juicio. Se fue del lugar de los hechos, llega ensangrentado a la comisaría a entregarse. No veo ese panorama. Pero insisto, no seré yo el que lo determine, serán los peritos», aseguró el fiscal a medios locales.

Fuente: Minuto Uno