Lousteau: «Argentina no puede darse el lujo de obra pública cosmética»

El ex embajador y actual diputado nacional por UNEN advirtió en Córdoba: "Cuanto mayores son las distorsiones más importante es la coordinación del equipo económico".



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Hay quienes aseguran que Martín Lousteau tuvo encuentros privados con el presidente Mauricio Macri. La gravedad de la situación que atraviesa el país habría hecho que el Presidente recurriera a la mirada del economista y diputado por UNEN sobre varios puntos, en particular su análisis sobre una política monetaria que pudiera reencauzar el equilibrio.

Más allá de las opciones que se habrían analizado en el encuentro (entre ellas la de abandonar la política de metas inflacionarias), Lousteau le advirtió al Presidente lo que luego reiteró con énfasis durante una conferencia de prensa que dio en Córdoba: «Lo que el inversor quiere ver es que Argentina tiene un rumbo concertado, con el más amplio consenso posible». 

Según Lousteau, el alto nivel de incertidumbre que domina la macroeconomía, retrasando un anclaje que calme las expectativas, se debe a que «los problemas estructurales no se  abordan colectivamente; entonces -sostiene- el  financiamiento externo que se pueda conseguir lo único que permite es postergar la discusión de fondo de lo que hay que discutir». A su juicio, «el gran shock sería que la sociedad y los inversores nos vean debatir de manera rigurosa, responsable y colectiva los grandes problemas estructurales».

En esa agenda de consenso, Lousteau apunta cuanto menos tres grandes temas que presionan sobre las cuentas del Estado: obra pública, tarifas y sistema previsional.

«La obra pública debería estar regida por dos normas báscia: hay una obra pública que es social y urgente (como agua potable y cloacas), y otra que debe tener como fin aumentar la productividad del país», señala«Entonces, hay que pasar todas las inversiones programadas por un tamiz, si es obra pública que resuleve un problema social urgente o un problema de la economía, adelante …de lo contrario es obra cosmética. Un país como Argentina no se puede dar el lujo de hacer obra cosmética cuando tiene emergencia social y productiva», enfatiza el legislador.

Lousteau fue una de las primeras voces que también advirtió sobre las tensiones que iba a generar el modelo elegido por la Casa Rosada para eliminar los susbsidios sobre los servicios públicos. «Para mi, hubiera sido más importante establecer una regla única a través del tiempo. En el momento en que lo propuse, si no se hacía ningún ajuste inicial y se subia el gas y la electrcidad un 6% y un 8% más que la inflación cada trimestre, se hubiera abierto el camino para que en ocho años se corrija el problema».

Según su análisis, de este modo se tenía menor costo social y menos impacto en la inflación y el crecimiento. «Pero, algo más importante todavía -dice-, todos hubieran tenido incentivos para acordarlo». ¿Por qué?  «Porque las empresas, en lugar de subir su cotización el 500% de la noche a la mañana, se hubieran planteado un plan de recuperación con un marco de precios definitivo; el Gobierno tendría el mismo esquema de referencia y la oposición sabría que en dos períodos, el problema estaría resuelto. A su vez, los ciudadanos y las Pymes sabrían que con el tiempo irían pagando más y podrían ir adecuando sus cuentas; pero no se les tiraba el problema por la cabeza».

Respecto de la situación previsional, sobre la cual reconoce podrían surgir condicionalidades de parte del FMI, en un eventual nuevo acuerdo, Lousteau sostiene que el punto no radica en determinar cuánto ajuste necesita el sistema sino «saber hacia dónde va y con números certeros, para poder determinar cómo será en 20 años».

 

 

Fuente: Perfil



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