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El gobierno de María Eugenia Vidal volvió a convocar para hoy al Frente de Unidad Docente a una mesa técnica salarial, La reunión, citada luego de dos días de paro en el comienzo del ciclo lectivo, implica la reapertura del diálogo sin afectar las clases de los 4,5 millones de alumnos que estudian en las escuelas de la provincia.

La novedad es que el diálogo tendrá lugar sin amenazas de medidas de fuerza ni paros decretados, lo que fue admitido por los propios representantes sindicales.

«Queremos discutir con racionalidad. Los chicos van a estar en las aulas porque no hay medidas de fuerza ni hay anunciado ningún otro paro. Veremos si se puede avanzar, vamos a discutir con vocación de negociación», afirmó a La Nación el secretario general del Suteba, Roberto Baradel, que encabeza uno de los gremios docentes de mayor predicamento en la provincia.

El gobierno insistirá en encontrar incentivos para reducir el ausentismo de los maestros: el año pasado se otorgaron 117.343 suplencias por mes. De este universo, 105.000 fueron licencias médicas. Hay casos de docentes que en 40 días presentaron siete patologías diferentes.

Pero, además, unos 120 docentes pidieron licencia un día después de ser designados en un cargo superior. Según las cifras oficiales, el ausentismo hoy es del 17% entre los 287.253 maestros que trabajan en 18.000 escuelas.

El gobierno de Vidal se basa en cifras para dar esta discusión, resistida por los sindicatos. Y afirma que el 40% de los chicos de primaria tuvieron más de dos maestros el último año. Por si fuera poco, el 20% de los chicos tuvieron que rotar hasta tres veces de maestro, a causa de las licencias que pueden pedir los docentes, amparados por la ley 10.579. Muchas veces, sin embargo, las suplencias se producen porque los maestros asumen interinamente cargos y los gobiernos demoran las titularizaciones.

La discusión es de calidad. Pero también es de dinero. El gobierno de Vidal gasta $19.000 millones al año en suplencias.

La mandataria hace el siguiente cálculo: si pudiera reducir a la mitad estas licencias médicas, ahorraría unos $10.000 millones. Esto equivale a cuatro puntos para mejorar la oferta salarial de los maestros. Cada punto supone un desembolso de $2500 millones.

En caso de lograr esta meta, la suba real en los bolsillos podría mejorar sustancialmente, según la estimación oficial. Pero los maestros y el gobierno mantienen una larga discusión sobre los derechos adquiridos de los docentes, por leyes que les permiten tomar días de licencia para estudiar o para atender a familiares enfermos, por caso.

Vidal ya dijo que no tocará las licencias justificadas, sino las licencias «truchas» o los abusos. «La reunión es para discutir cifras de licencias que nosotros creemos que no son reales. Sabemos que no son reales», desestimó Baradel.

Argumentó que los maestros insisten en defender las licencias que son legales, como los cuidados por enfermedades propias o de familiares cercanos. En cambio, están de acuerdo en reducir faltas injustificadas. Pero el límite es muy delgado. «No queremos que se castigue al maestro que tomó licencia para cuidar a un hijo enfermo o una licencia para perfeccionarse», dijo el dirigente Baradel.