«Les pongo burundanga a todos», el chat que podría complicar más a uno de los detenidos por el crimen de Anahí Benítez

La Justicia incorporó a la causa las conversaciones que tuvo Marcos Bazán los días en los que la adolescente estuvo cautiva. Las investigadoras creen que él y Marcelo Villalba actuaron juntos en el crimen



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Un mes después del hallazgo del cadáver de Anahí Benítez, el círculo de misterio sobre el crimen se cierra sobre los dos detenidos, Marcelo Villalba (40) y Marcos Esteban Bazán (34). Según las investigadoras del caso, ellos son los únicos sospechosos -por ahora- de haber secuestrado, drogado, abusado y asesinado a la adolescente. Por eso pidieron este lunes la prisión preventiva de ambos. Y si bien sólo se hallaron restos de ADN de Villalba en el cuerpo de la víctima, la situación de Bazán se podría complicar todavía más: una pericia sobre su teléfono celular lo compromete, ya que da a entender que usa drogas para llevar mujeres a su casa.

«Yo le pongo burundanga a todos», es la frase más sobresaliente del chat al que accedió Infobae, y que los peritos decodificaron y las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey incorporaron a la causa. El mensaje se lo mandó Bazán el 15 de julio a un amigo, en el contexto de un diálogo donde el sospechoso le cuenta a su interlocutor que consume diferentes tipos de cannabis y de «pastas» (en general el término se usa para referirse a pastillas de éxtasis).

Producción de fotos con mina en malla en casa hace cinco minutos. Me dio un ACV. La providencia es generosa. Unas ganas de fumar. Le mandé msj a Chatrán y no contesta. Después lo llamo. A ver si le pego un poco. Día de pija, no?-, le escribe un amigo a Bazán, en relación presumiblemente a las ganas de comprarle marihuana al tal «Chatrán».

Sois muy afortunado. Yo les pongo burundanga a todos hasta el viejito,– le responde uno de los sospechosos del crimen de Anahí.

Según explican toxicólogos modernos, el efecto de la burundanga no es inmediato. «Produce un cuadro sintomático que puede ser aprovechado por los delincuentes, pues causa mareos, presión en el cuello, más presión cardíaca, boca pastosa, sensación de ahogo, desorientación y, dependiendo de la dosis ingerida, puede generar alucinaciones», explicó a la prensa Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández.

Ese breve intercambio de mensajes no es el único chat que profundiza las sospechas de la Justicia en Bazán. El 4 de agosto, mismo día que la Policía halló el cadáver de Anahí a 300 metros de su casa, en el predio Santa Catalina de Lomas de Zamora, minutos antes de las 14, la novia de un amigo le manda un mensaje a Bazán donde le dice: «Compa, dice G. que saques todo» y Bazán le responde dos horas más tarde que «no pasa nada».

Fuente: Infobae