Las máquinas empiezan a ganar a los humanos en la predicción del riesgo de cáncer

Los algoritmos de análisis de imágenes están demostrando ser más eficaces que los humanos a la hora de detectar cáncer de pulmón porque usa imágenes 3D



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Esta semana, la revista Nature Medicine presenta los resultados de un experimento en el que un algoritmo capaz de aprender logra ser tan bueno o incluso mejor que varios radiólogos a la hora de predecir el riesgo de una persona de sufrir cáncer de pulmón después de ver imágenes del paciente obtenidas por tomografía.

Para intentar mejorar estos resultados, Google y la Universidad del Noroeste en Illinois (EE UU) propusieron un sistema de inteligencia artificial que utilizaba imágenes de tomografía presentes y pasadas de pacientes para predecir su riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Empleando casi 8000 casos, compararon sus análisis con los de seis radiólogos. Cuando no había tomografías previas de los pacientes y solo se estudiaba una actual, la máquina obtuvo mejores resultados que cualquiera de los médicos, con una reducción del 11% en el número de falsos positivos y un 5% en el de falsos negativos. Cuando sí que había imágenes previas de los pacientes, el modelo informático igualaba los resultados de los radiólogos.

Este tipo de sistemas en los que la inteligencia artificial se plantea como un apoyo o incluso como un sustituto del ojo humano se está poniendo a prueba en otros tipos de cáncer. Este año, la revista Journal of the National Cancer Institute ha publicado dos trabajos en los que los algoritmos igualaban o mejoraban el rendimiento de los médicos. Por un lado, un equipo de los Institutos Nacionales para la Salud y el Bien Global, desarrolló un algoritmo informático que facilitaba el análisis de imágenes digitales del cuello del útero de mujeres para identificar lesiones previas al cáncer que podrían requerir atención médica.

Aunque estos sistemas aún requieren trabajo para perfeccionarse y en algunos casos necesiten potentes equipos informáticos para su aplicación, la tendencia indica que en el futuro los médicos comenzarán a ceder la mayor parte del trabajo de monitorización a las máquinas, mejor dotadas para estas labores en las que se trata de analizar cantidades ingentes de datos.

Fuente: La Nación