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Los europeos buscan un ‘escudo’ para sus empresas en Irán. Washington dio el martes un máximo de 180 días para que las empresas europeas abandonen Irán. ¿Qué pueden hacer la Unión Europea y los gobiernos del bloque para que esas empresas mantengan sus negocios y no sean sancionadas por Estados Unidos?

Bruselas estudia varios movimientos. Para empezar ya busca en los archivos una norma que aprobó en los años 90 para defender las inversiones de empresas europeas en Cuba, amenazadas de sanciones por Estados Unidos tras la aprobación en 1996 de la ley Helms-Burton.

Europa denunció aquella norma por su extraerritorialidad y consiguió que Washington no actuara contra las empresas europeas en la isla caribeña. La otra pieza avistada hasta ahora sería utilizar el Banco Europeo de Inversiones para abrir líneas de crédito en euros para financiar proyectos de empresas europeas en Irán, una medida que ya usa China.

Funcionarios europeos son cautos sobre la efectividad de estas iniciativas porque temen que las empresas salgan igualmente porque aunque los gobiernos intenten protegerlas de las sanciones estadounidenses, en último término podrían perder sus mercados en Estados Unidos.

Washington podría amenazar con la expulsión de sus mercados a cualquier empresa europea que mantuviera sus actividades en Irán. Por ejemplo, si Estados Unidos exige a la automotriz Mercedes-Benz que cese sus actividades en Irán podría forzarle la mano sin aplicarle sanciones, simplemente limitándose a advertirle que seguir en Irán significa su expulsión. La bronca con los europeos alcanzaría un nivel no visto desde la independencia de Estados Unidos, dicen los expertos.

El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, afirmó este miércoles que “no es aceptable que Estados Unidos se otorgue el papel de gendarme de la economía del planeta”.

Fuente: Clarín