«Hemos sido claros a las jerarquías policiales en cuanto a la acción y procedimientos, tanto en la prevención, persuasión y represión del delito, Estamos comprometidos a recuperar el terreno nacional, no estamos dispuestos a que existan zonas de exclusión», agregó.
Lacalle Pou, que lidera una coalición donde conviven líneas de centroderecha con otras ultras, también prometió «recuperar el control de las cárceles y combatir al narcotráfico»
El incremento de las cifras de delitos y el aumento de la inseguridad ciudadana en los últimos años es señalado como uno de los factores para la derrota del izquierdista Frente Amplio (FA) luego de tres lustros en el poder.
Luego de reunirse con el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, y los jefes de policías de los 19 departamentos del país, Lacalle Pou detalló que hablaron «de la futura estrategia y despliegue táctico» en el país, de la recuperación del control de las cárceles, del combate al narcotráfico y de «la necesidad de los uruguayos de ser cuidados ante la desprotección actual».
«Van a ver a la Policía presente«, insistió. «Más presencia, más acción», subrayó.
Lacalle Pou apoyó, durante su campaña electoral, un plebiscito para modificar un artículo de la Constitución de Uruguay con el fin de implementar una reforma en materia de seguridad con un sesgo de mano dura.
El flamante mandatario sostuvo además que fortalecerá la Guardia Republicana (un cuerpo de policía militarizada), mejorará la flota de vehículos del ministerio y trabajará en que los uniformados accedan a viviendas fuera de las zonas de alta peligrosidad.
También se refirió a la exigencia de documento de identidad en la vía pública. «Pretendemos que la posibilidad de solicitar identificación sea ampliada a cualquier ciudadano. Estoy seguro de que ninguno, si se acerca un policía en buenos términos, tendrá problema», dijo.
Lacalle Pou había adelantado el domingo en su discurso de asunción que una de sus primeras acciones como presidente de Uruguay sería el encuentro con las jerarquías policiales. En su alocución consideró que el país vive una «crisis de seguridad humana» y la calificó como una «emergencia», asegurando será uno de los énfasis de su gestión.
Los homicidios crecieron 46% en el último quinquenio, pasando de 268 en 2014 a 391 en 2019. El expresidente Tabaré Vázquez asumió su último mandato con la promesa de reducir las rapiñas en 30%, pero éstas subieron alrededor de 50% desde entonces.
Fuente: Ámbito