Mucho se había especulado en la previa. Que Guillermo Barros Schelotto podía apostar pos sus tres tanques (Carlos Tevez, «Wanchope» Ábila y Darío Benedetto) para reemplazar al desgarrado Cristian Pavón, que Marcelo Gallardo tenía plan A (5 defensores), plan B (5 volantes) y plan C (dos delanteros) y que su pizarra estaba escondida en la caja fuerte del Monumental. Finalmente, la información deportiva pasó a segundo plano; la planilla de la segunda Superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca quedó sin firmas.

Estaba en manos del árbitro Andrés Cunha y su equipo, pero no llegó a reunir la rúbrica de los protagonistas. Los incidentes en las inmediaciones en el Monumental y la agresión que sufrió el micro de Boca camino al estadio terminaron impidiendo la disputa del encuentro el sábado 24. Y, a raíz de las consecuencias físicas en los futbolistas de Boca, también el domingo 25.

Mientras, la planilla, que tenía destino de ganarse un retazo en la historia del fútbol sudamericano, bien podría ingresar al libro Guinness de los récords por los innumerables viajes que realizó entre el vestuario de Boca y el camerino del árbitro para que fuera firmada por los jugadores y el cuerpo técnico visitante.

Si no se firmaba la misma, nunca se podía dar el mandato al árbitro uruguayo para salir al campo de juego. En la planilla, a la que Infobae tuvo acceso, los jugadores aparecen por orden numérico del dorsal. Si los acomodamos en la cancha imaginaria, los elegidos por Marcelo Gallardo fueron Armani; Montiel, Maidana, Pinola y Casco; Palacios, Ponzio, Enzo Pérez, Ignacio Fernández y Gonzalo Martínez; Lucas Pratto. Los del Mellizo: Andrada, Buffarini, Izquierdoz, Magallán, Olaza; Pablo Pérez, Wilmar Barrios, Nández, Almendra; Villa y Ábila

Fuente: Infobae