La hora más difícil para los Spurs: Popovich está golpeado, el equipo está desgastado y el domingo puede ser la última función de Manu Ginóbili

El banco de suplentes de los Spurs, desconsolado ante la superioridad de Golden State Warriors



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El silencio domina la escena. El vestuario de los Spurs se presenta como una escenografía gris. Está desconfigurado todo allí dentro. Parece como si la energía estuviese agotada. Los boxes de muchos jugadores cerrados, el susurro de LaMarcus Aldridge, el gesto serio de Kyle Anderson, se presenta como una muestra mínima del aire que se respira en ese lugar. El golpe de realidad de asumirse casi definitivamente como un equipo muy inferior a Golden State Warriors no es una situación fácil de asimilar y con un 3-0 en contra. El cachetazo de no tener al conductor, Gregg Popovich, por la pérdida de su esposa, es una situación por demás delicada. Y la posibilidad de estar a dos días de lo que podría ser el último partido en esta franquicia del jugador emblema, Manu Ginóbili, deja una sensación de vacío que no es simple de digerir. En ese contexto, los Spurs están ante uno de los momentos más delicados que se tenga memoria.

Será un día de descanso para el equipo. Nada de presión, de tensión y mucho menos de exposición. El 20 de los Spurs eligió eludir las cámaras anoche, estaba demasiado agotado emocionalmente. Entre murmullos, muchos de los periodistas que habitualmente siguen la temporada de San Antonio aseguraban que nunca antes se lo había visto tan conmovido a Ginóbili y hasta creían que el partido sin anotar y con muy poca incidencia de anoche del bahiense, obedece casi exclusivamente a estar afectado por lo que sucedió con Erin Popovich.

El mensaje que llega de los protagonistas marca el pulso de lo que siente este equipo. Intenta por todos los medios competir de igual a igual con los Warriors pero no puede incomodarlos los suficientes. «Trabajamos, nos esforzamos y competimos, pero por el momento no es suficiente para ganarles un juego. Se nos juntaron muchas cosas, debíamos enfrentar una situación crítica dentro de la serie y emocionalmente hablando fue durísimo, porque es un momento muy triste y duro para el equipo. Que nuestro entrenador haya perdido a su mujer, con lo que ella ha significado para él, para esta ciudad y para la franquicia, fue un golpe duro e inesperado. Nos hubiera gustado ganar por nosotros, por Pop y por su familia, pero no pudimos porque nos enfrentamos contra un equipo muy ajustado y en un nivel superior al nuestro», reflexionó Pau Gasol.

Cada gesto de los jugadores de la franquicia texana permitía advertir que están ante un momento demasiado intenso como para soportarlo. Nada les sale bien, sufrieron demasiado para llegar hasta los playoffs, quedaron en una posición que los puso frente a un rival superior y quedaron anímicamente afectados por cuestiones extra deportivas. En la postura de Tony Parker se puede leer perfectamente qué pasa por la cabeza de la mayoría del grupo. «Fue muy duro jugar al básquetbol esta noche (por anoche)», dijo el francés y se detuvo abruptamente en su respuesta. Y cuando le preguntaron acerca de cómo van a hacer para reponerse ante un escenario que los tiene contra las cuerdas deportivamente, el base fue contundente: «Perdón, pero personalmente no estoy pensando en eso puntualmente, hay cosas más importantes que el básquetbol».

El tono bajo de La Marcus Aldridge, reconociendo las dificultades que implica torcer esta serie, y la sinceridad de Danny Green, al decir que no fue sencillo jugar después de tantos traspiés, se sumó a la claridad de Gasol para explicar cuál es el contexto de los Spurs: «Tenemos que ser capaces de jugar con más confianza y determinación porque de otra manera es imposible aguantarles el ritmo. Tenemos que dar lucha para el cuarto juego. Nos ha faltado esta noche la compostura y la concentración para poder ganarle a un equipo como los Warriors. Veremos cómo responderemos al juego del domingo. Si quieren ganarnos deberán pasarnos un poco por encima y eso no debemos dejar que suceda. Debemos evitar pensar en el 3-0 y es necesario enfocarnos en ese solo juego para competir de la mejor forma».

San Antonio está ante la hora más difícil y no se advierte que pueda llevar la serie nuevamente a Oakland. Quizá será cuestión de comenzar a pensar y aceptar que la dinastía Spurs esta viviendo sus últimas horas.

Fuente: La Nación



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