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Una vez más, la tecnología, el trabajo en equipo e interdisciplinario, son los ejes que dominan los proyectos en el agro.
En esta oportunidad, la Bolsa de Cereales porteña ha sido elegida para representar al país en un proyecto de la NASA cuyo objetivo es mejorar el uso de datos satelitales en la toma de decisiones relacionadas con la seguridad alimentaria y la agricultura a nivel nacional e internacional. El programa se denomina Earth Observations for Food Security and Agriculture Consortium (EOFSAC).
Es un ejemplo de cómo, cada vez con mayor frecuencia, la investigación y el desarrollo tecnológico llegan a todos los sectores de la sociedad y promueven el intercambio en busca de mejorar la calidad de vida. La Bolsa porteña participará del EOFSAC que es un nuevo programa multidisciplinario iniciado a pedido de la NASA y dirigido por la Universidad de Maryland.
El EOFSAC está conformado por más de cuarenta instituciones internacionales entre las que se encuentran NASA Goddard Space Flight Center, International Maize and Wheat Improvement Center (CIMMYT), International Food Policy Research Institute (IFPRI), World Food Program (WFP) y el Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO).
El aporte argentino
Hasta el momento, la Bolsa de Cereales venía trabajando con Group on Earth Observations Global Agricultural Monitoring (GeoGlam), desarrollando metodologías para el estudio de coberturas vegetales a través del análisis de imágenes satelitales.
El ingeniero agrónomo, Esteban Copati, jefe del departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales y quien hoy se vincula con el proyecto de la NASA, explicó a Infobae cuál será el rol de la entidad: «Algunas metodologías las hemos desarrollado en la Bolsa y las están validando ellos, y otras, las están desarrollando desde Maryland y nosotros participamos en la toma de datos de campo para que ellos hagan las mediciones», detalla Copati.
Dado los buenos resultados obtenidos, en abril fueron invitados a participar en EOFSAC y recientemente se confirmó su integración. Respecto al aporte de la Bolsa, Copati, explicó: «Por ahora, se analiza mucha cobertura vegetal a través de sensores ópticos. Vamos a empezar a trabajar con sensores de radar, hay proyectos para estudiar rendimientos a partir de imágenes satelitales, para protocolizar el estudio de inundaciones, humedad de suelos, nos vamos a involucrar en varias líneas de trabajo, y a medida que vayamos obteniendo resultados los vamos a dar a conocer».
EOFSAC tiene como objetivo mejorar la información que se vuelca a los estudios que tienen como finalidad garantizar a seguridad alimenticia. «Nosotros participamos por el lado de las estimaciones agrícolas para poder mejorar la comprensión, y tener mayor precisión de los volúmenes de la producción de alimentos en Argentina, particularmente en los cultivos que trabajamos nosotros que son los que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires», precisó Copati.
En tanto, aclaró que el resto de las instituciones miembros tienen otros objetivos, siempre en el marco de la seguridad alimenticia pero que estudian rendimientos, variables económicas y riesgos climáticos.
Conocimiento colaborativo
Según la información proporcionada, los proyectos son a largo plazo, porque para cada uno se diseñan metodologías, se ponen a prueba para ir ajustándolas y a medida que pasan los años, se va logrando mayor precisión. «Lo importante es vincularse con gente que desarrolla las tecnologías y con especialistas que están en las instituciones más importantes del mundo», destaca Copati.
De esta forma, la Bolsa de Cereales consolida el camino iniciado en 2015,
trabajando junto a las principales instituciones a nivel mundial en el análisis de coberturas vegetales a través de imágenes satelitales. «Esta iniciativa permitirá continuar desarrollando estudios de área sembrada y producción de cultivos extensivos con equipos técnicos que se encuentran a la vanguardia del desarrollo de estas nuevas tecnologías», expresaron mediante un comunicado.
Las actividades de EOFSAC abarcarán 2017-2022, con un fuerte énfasis en la transición operativa de la investigación y el desarrollo, facilitada por los nuevos esfuerzos de comunicaciones y difusión. «A través de este enfoque de consorcio, podemos fortalecer los vínculos actuales y promover nuevas relaciones entre comunidades que antes no estaban conectadas, creando nuevas oportunidades para la creación y difusión de conocimiento, un todo mayor que la suma de sus partes», pronunciaron en su portal.
Fuente: Infobae
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