Inmigrantes: El inaceptable dilema que acorrala a los líderes mundiales

Robert Kaplan en su inevitable La Anarquía que Viene, un ensayo que ya arrastra varios lustros pero no pierde vigencia, rememora una ominosa novela del francés Jean Raspail que parece un espejo de este presente por el drama de los refugiados golpeando a las puertas de Europa como si fueran las del cielo. La obra, […]



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Robert Kaplan en su inevitable La Anarquía que Viene, un ensayo que ya arrastra varios lustros pero no pierde vigencia, rememora una ominosa novela del francés Jean Raspail que parece un espejo de este presente por el drama de los refugiados golpeando a las puertas de Europa como si fueran las del cielo. La obra, El Campo de los Santos editada a mitad del siglo pasado y con escaso éxito, es un relato sombrío y profético que imagina a una multitud amontonada en la miseria de un páramo de Calcuta que esta llegando a sus límite de tolerancia.

Hartos de sus carencias terminales y asombrados por lo que ven en retazos de periódicos que llegan hasta sus costas sobre cómo se vive en el otro extremo del mundo, donde hay variedad de alimento para perros y la gente sonríe, deciden partir hacia ese El Dorado donde nada parece faltar. Una escuadra de famélicos a bordo de balsas improvisada llena de pronto el océano con rumbo a la Costa Brava española, la Costa Azul francesa, el sur de Italia, cualquier sitio de esos que borroneaban los diarios rotos.

Las capitales europeas ven venir esa invasión y se reúnen para debatir cómo detenerlos. Habrá quienes proponen hundir las balsas con las flotas de guerra y otros que proponen contenerlos de algún modo que evite que desembarquen. La escuadra de andrajosos no sabe lo que ocurre en los centro de poder, sencillamente van impulsados por su necesidad y tampoco podrían comprender que se los detenga. Buscan un sitio donde poder vivir como el resto del mundo.

La imagen es un espejismo del trauma que recorre hoy día las capitales europeas, con una Italia que ya ha cerrado las puertas, una Francia que protesta alzando el dedos por esos gestos de intolerancia pero que también ha lanzado sobre Italia a decenas de miles de inmigrantes a los que no dejó cruzar el límite nacional.

Así como sugiere la novela, los gobiernos acorralados se embretan en debates que amenazan fulminarlos tal como sucede con el alemán de Angela Merkel, o que dan aires aquí o allá a xenófobos travestidos de demócratas que ganan más poder cada vez en países como Italia, Holanda, Hungría, Austria o, claramente, Estados Unidos. El tremendo dilema inaceptable de hundirlos o recibirlos hoy ya ha dejado de ser ficción.

Fuente: Clarín

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