Inflación anual se acelera al 25% y complica las negociaciones paritarias

La inflación de enero redujo su ritmo desde diciembre al 1,8%, y la núcleo, al 1,5%. Empujaron las tarifas y los estacionales. Y la devaluación a los alimentos y bebidas



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La inflación del 1,8% de enero mostró una desaceleración respecto del 3,1% de diciembre. Sin embargo, los precios mayoristas (4,6%), afectados por la devaluación del peso y los aumento del petróleo, explican la pausa que se tomó anteayer el Banco Central en la reducción de tasas de interés. Esta suba, junto con los ajustes de tarifas pendientes derramará en un primer cuatrimestre con una inflación promedio del 2%. Ya se espera que el IPC de febrero avance a un 2,5%.

La inflación núcleo, que muestra la suba de precios estructural, se desaceleró a 1,5% (desde 1,7% de diciembre), pero se estabilizó por encima de los niveles del último trimestre mostrando cierta inflexibilidad a la baja. De todas formas, son los regulados (2,1%) y estacionales (2,7%) los que están motorizando los precios en la primera parte del año.

Con estos niveles, el IPC necesita desacelerarse a 1,15% mensual para cumplir con la meta oficial del 15% con la cual se negocian las paritarias.

De hecho, la inflación anual se aceleró al 25% (sobre el 24,8% de diciembre), diez puntos sobre el objetivo, y la núcleo, a 21%. Aunque los regulados subieron 39% en el año y estacionales, 23%.

«Ratifica que no sólo enfrentamos un inicio del año complejo y que el primer cuatrimestre probablemente se coma la mitad de la pauta de todo el año», dijo Lorenzo Sigaut, economista Jefe de Ecolatina, ya que prevé que alcance 7,5%. «Plantea un desafío interesante de expectativas de inflación para negociar las paritarias si la inflación es igual a la del año pasado», agregó. Y explicó que, a su vez, esas paritarias ajustadas a expectativas de inflación por encima de las metas oficiales pueden retroalimentar los costos salariales y las subas posteriores de precios.

En enero, subieron por encima del promedio los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas (2,1%) influenciados por la devaluación; las bebidas alcohólicas y tabaco (2,3%) afectados por los aumentos de cigarrillos; el transporte (2,2%), debido al aumento de los combustibles, y restaurantes y hoteles (2,9%) y recreación y cultura (3,5%), por las vacaciones de verano. En tanto, los precios de las prendas de vestir y calzados bajaron 0,8%, debido a la liquidación de temporada.

Los servicios se encarecieron 2,1% y los bienes, 1,6%.

Para Federico Furiase, economista director de EcoGo, «hizo bien el BCRA en poner pausa a la suba de tasas y que los bancos públicos vendieran dólares para enfriar las expectativas de devaluación», cuando el Gobierno pone de referencia para las paritarias la meta del 15%, «con gatillo light», mientras ajusta las tarifas.

«Serán tres o cuatro meses complicados desde el lado del consumidor. Con tarifas, dólar y naftas subiendo y salarios viejos porque son los meses que se negocian paritarias. Y con un efecto de segunda vuelta en la suba de tarifas que también complica la baja de la inflación en los primeros cuatro meses del año», agregó.

Con todo, la inflación del GBA (1,6%) fue menor a la nacional (incluso los servicios de vivienda bajaron 1,6% en enero), pero la Patagonia (2,6%) y el Noreste (2%) sufrieron los mayores aumentos.

 

Fuente: el cronista

 



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