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Aunque ahora un fabricante español puede presumir de haberse adelantado, Volvo lleva al menos cuatro años coqueteando con la idea de los coches sin llave. Que se abren y se arrancan exclusivamente con el móvil, que se controlan a distancia con un dedo, un proyecto «que a largo plazo hará que sea más simple y cómodo» tener un vehículo.

En 2019, unas cuantas marcas permiten bastantes maniobras con el teléfono. Solo una, sin embargo, se ha atrevido a dar el último arreón innovador: Hispano Suiza. La compañía ha convertido su modelo Carmen en el primero que se vende sin una llave física que echarse al bolsillo. Sin el smartphone no movemos el auto.

El soporte tecnológico de este proyecto, con el que la marca pretendía llevar la conectividad a un nuevo nivel, lo ofrece la empresa también española World Wide Mobility, fundada en 2016. Por medio de una app, el conductor de este supercoche eléctrico de lujo puede abrir y cerrar las puertas, arrancar el motor, manejar las luces y las balizas o climatizar el vehículo con antelación. Y además «limitar la velocidad y la potencia [el motor desarrolla 1.019 CV], programar la carga de la batería, localizar el coche y recibir información sobre su estado», añade el CEO y fundador de la empresa, Emilio Mellado.

La llave digital parece una apuesta definitiva, a tal punto que algunas marcas populares se han apuntado al cambio. Hyundai ha sido la última en anunciar una aplicación que permitirá manejar esas acciones clave (apertura, inicio de marcha, alarma.) por hasta cuatro personas autorizadas.

Fuente: La Nación