«Yo no puedo ir a una cancha donde no me brindan seguridad. ¿Qué pasaba si ganábamos? ¿Quién me saca de ahí? Si la gente estaba loca antes de entrar imaginate si les dábamos la vuelta en su cancha… ¡me matan! Yo tengo tres hijas, tengo mi señora. Mi hija mayor cuando llegué a mi casa me abrazó y estaba llorando. Yo no puedo jugar al fútbol así, si voy a una cancha donde sé que puedo llegar a morir«, disparó el capitán de Boca a la salida del Sanatorio Otamendi, donde le hicieron una nueva revisión en el ojo izquierdo.
«Se dedicaron a tirar piedras, botellas. Toda la gente estaba acumulada en un solo lugar. Fueron minutos que no se los deseo a nadie. Eran estallidos de vidrios constantemente. No fue muy lejos de la entrada al estadio, fue bastante cerca», relató el capitán del xeneize. «Si me sacan el ojo no me lo paga nadie”, agregó.
Además aseguró que: «Cuando salimos con la ambulancia con (Gonzalo) Lamardo nos volvieron a tirar piedras; no es menor lo que pasó. Ni bien pasamos por el portón, nos pudieron volver a lastimar cuando nos íbamos a atender. Estoy muy triste también por la gente de River, porque se están fumando esto que no es bueno para nadie«, dijo.
También reveló que algunos de los jugadores de River se comunicaron con él. «Me escribieron Nacho (Scocco) y Milton (Casco), que nos hicimos amigos en Newell´s y tenemos relación. Nadie más se comunicó«, cerró Pérez.
Fuente: Minutouno