Gobierno logró bajar 20% precio de gas mayorista y confía en moderar alza de tarifas

En lo que supone la primera compra a mediano plazo en forma abierta en el Mercado Electrónico de Gas (MEGSA) desde su creación hace 14 años, el Gobierno licitó gas para el verano destinado a la generación eléctrica, con una baja del 20% en el precio y ahora apunta a que las tarifas de gas y […]



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En lo que supone la primera compra a mediano plazo en forma abierta en el Mercado Electrónico de Gas (MEGSA) desde su creación hace 14 años, el Gobierno licitó gas para el verano destinado a la generación eléctrica, con una baja del 20% en el precio y ahora apunta a que las tarifas de gas y electricidad a partir de 2019 acompañen la inflación.

La licitación diagramada desde la Secretaría de Energía y realizada por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) recibió 191 ofertas de 32 oferentes para cubrir la demanda de gas para generación desde septiembre hasta el 1 de enero, a un precio promedio de u$s 3,40 por millón de BTU, lo que supone una baja del 19% respecto al precio de agosto de u$s 4,20 por millón de BTU. Esta baja se suma al recorte del 19,2% dispuesta el 1 de agosto por el todavía Ministerio de Energía que ya conducía Javier Iguacel, y que reforma de Gobierno mediante ahora tiene el rango de Secretaría de Energía.

Con este resultado de la licitación, desde el inicio de la gestión de Iguacel se produjo una baja de casi el 40% en el valor que pagan las generadoras en boca de pozo respecto al precio vigente en julio. Las ofertas totales por 143Mm3 por día, que se condicen con la capacidad de producción que tiene la Argentina, es el doble de volumen del máximo de pico de consumo que puede llegar a requerir el sistema de acá a enero, pero es casi cuatro veces el promedio de 35 Mm3/d que es lo que se espera se va a consumir, según explicaron a ámbito.com desde la Secretaría de Energía.

Fuentes de la Secretaría afirmaron que el precio de u$s 3,40 por millón de BTU es «hipercompetitivo» a nivel mundial porque pone a la Argentina en paridad con Estados Unidos, Canadá, Australia y Rusia, y por encima de un gran lote de países que deben pagar entre 10 y 11 dólares para importar el gas. Con este precio, el Gobierno consigue un ahorro para el último cuatrimestre el año de u$s 280 millones, al considerar el subsidio que paga el Estado para compensar la diferencia entre lo que abona el consumidor y lo que cuesta la generación.

En cuanto al precio hay un dato importante que surge de comparan la licitación y las audiencias públicas de gas realizadas esta semana en donde se definió un aumento de las tarifas del 29%. En las audiencias las propuestas de precios rondaron los 3,95 a 4,05 dólares por millón de BTU con un dólar a $ 31,40, con lo cual al tipo de cambio actual, en pesos termina muy cerca de los u$s 3,40 conseguidos en la licitación. De esta forma el Gobierno se asegura que de septiembre hasta enero próximo no haya mucha diferencia del precio en pesos que surge de esta licitación con el precio en pesos de las ofertas que se hicieron para las distribuidoras. «Se logró convalidar el precio en pesos por lo que no vamos a tener los sobresaltos que tuvimos en las tarifas en el invierno pasado», dijeron las mismas fuentes.

En el Gobierno festejan porque según el sendero de precios previsto, en octubre el valor pagado por el gas en boca de pozo estaría en u$s 5,26 por millón de BTU y el año que viene en u$s 6,80 el millón de BTU, lo que claramente hubiera resultado en un nuevo aumento del costo de generación eléctrica y de gas, y consecuentemente en un incremento de las tarifas para los residenciales y las industrias. De esta forma se quiebra el sendero de alza del precio mayorista que en paralelo disponía una disminución del subsidio a los consumidores. «La gente va a pagar lo que salga la licitación no lo que salga de la curva establecida arbitrariamente. El objetivo es que los precios bajen para que la gente pueda pagarlos y la industria tenga buenos precios para competir con el mundo», sostuvieron en la Secretaría de Energía. En esta línea afirmaron que llegaron «mucho más rápido de lo previsto» a lograr precios competitivos para el gas mayorista.
Para convalidar este sendero descendente, la Secretaría dispuso además cerrar el registro para acceder a los beneficios de la llamada resolución 46, en las que las petroleras reciben una compensación de estímulo para la extracción de gas no convencional de Vaca Muerta. Mediante esta disposición las empresas reciben un plus por la diferencia de precio entre el valor promedio país y un precio estímulo establecido por el Gobierno, que para 2018 está en u$s 7,50. Pero además, estableció un tope al volumen de producción que recibe ese plus, que es coherente con el volumen de producción comprometido en función de la inversión. «Los contratos se van a respetar», aclararon en la Secretaría.

En la cartera de Iguacel explicaron que este quiebre en la curva ascendente de precios es posible gracias al «éxito» alcanzado en Vaca Muerta y compartieron algunos números. La producción de sale oil aumentó un 38,5% entre julio de 2017 y el mismo mes de este año. «Desde que se descubrió Vaca Muerta en 2010 al 2015 se llegaron a producir 5 mil barriles por día. En dos años y medio, desde 2015 a ahora llegamos a 53 mil barriles por día», contaron entusiasmados las mismas fuentes. Este crecimiento no solo que compensó al crudo convencional, sino que además produjo un aumento de la producción total de petróleo (convencional+shale oil) del 2,1%, de julio a julio.

En el caso del shale gas, pasó de 2 Mm3 por día en 2015 a 18 Mm3 por día en 2018, y de julio de 2017 a julio de 2018 aumentó un 192,7%. En este caso también impulsó un aumento de la producción total de gas del 7,1% interanual. La producción de shale gas equivale ya al 35,5% del total del país.

Transparencia

Las mismas fuentes explicaron que la intención es continuar avanzando con la normalización del MEGSA, en donde encontraron ciertas anormalidades como, por ejemplo, que había más de 250 Mm3 de gas inscriptos y supuestamente comercializados, cuando en el país se producen 130 Mm3.

En esa línea, continuarán con las licitaciones. En primer lugar, se licitarán 25 Mm3/d por 24 meses que es el volumen que tiene comprometido Cammesa por los contratos de abastecimiento (PPA). Este sería el primer contrato de largo plazo licitado en el MEGSA, el cual apuntan a realizar antes de fin de septiembre o más tardar principios de octubre.
Después, y antes de fin de año, será el turno de la licitación de 15 Mm3/d para la distribución. De esta forma las distribuidoras tendrán que compulsar en el MEGSA para adquirir el gas a comercializar a partir de enero de 2019.
Por otra parte, en la Secretaría de Energía ponen mucho empeño en el diseño de la «factura previsible», un mecanismo para que los consumidores reciban facturas sin «sorpresas». La intención es establecer un esquema mediante el cual de alguna manera se prorratee la facturación del pico del consumo a los meses de menor consumo. Así, entre la mejora en el precio de boca de pozo, el aumento de la producción y la previsibilidad, el objetivo «es que en 2019 el precio de lo que paga la gente en electricidad acompañe a la inflación y en gas esté incluso por debajo».

Fuente: Ámbito.com



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