Género y doping: el TAS obliga a Caster Semenya a usar drogas para competir con mujeres

La Sudafricana deberá acatar la resolución del Tribunal.



No Banner to display

El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) anunció este miércoles que rechazó el recurso de la sudafricana Caster Semenya contra la Federación Internacional de Atletismo, que obliga a las atletas con altos niveles de testosterona a utilizar medicación para mantenerse dentro de los niveles convencionales entre las mujeres. Sin embargo, también dictó que la IAAF debe modificar su reglamento al respecto.

El TAS escribió: «Tenemos serias preocupaciones sobre la futura aplicación práctica de este reglamento». Además, lo calificó de «discriminatorio». Sin embargo, aclaró: «Esta discriminación es necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas».

En febrero, durante una semana, el TAS, máxima jurisdicción deportiva, estudió el recurso de la campeona sudafricana contra el nuevo reglamento de IAAF que obliga a las mujeres hiperandrógenas a hacer bajar, a través de medicamentos, sus niveles de testosterona si quieren participar en pruebas internacionales desde los 400 metros a la milla (1.609 metros).

La situación es compleja y controvertida, dado que la IAAF interpreta que Semenya saca ventaja sobre sus rivales. Casi lo considera una forma de doping natural. Y por tal motivo, la obliga a un tratamiento hormonal. Es decir, la induce a un doping inverso, disminuyendo sus posibilidades en la competencia.

La superioridad de Semenya
Un video de una prueba de 400 metros en la que se observa la superioridad de Caster Semenya.

El fallo del TAS
Pero el TAS, en una sentencia de 165 páginas emitida por los tres jueces encargados del caso, sorprendió con su argumento. «No validamos el reglamento de la IAAF, simplemente rechazamos el recurso de Semenya», indicó Mathieu Reeb, secretario general de la instancia jurídica de recursos.

«Es la IAAF la que ahora debe trabajar en su reglamento para adaptarlo en función de las reservas emitidas por el TAS», añadió.

En efecto, el reglamento de la IAAF no se aplicará hasta que la federación haya corregido sus aspectos controvertidos, subraya el TAS.

Tres puntos provocan problemas, según los expertos:

El primero es la dificultad para aplicar un principio de responsabilidad objetiva fijando un umbral de la tase de testosterona a respetar.
El segundo, la dificultad de probar la verdadera ventaja atlética de las atletas con hiperandrogenia en las distancias de 1500 metros y la milla.
Por último, los eventuales efectos secundarios de este tratamiento hormonal.

Si el veredicto del TAS no es una victoria para la IAAF, sí es una derrota para Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros, y las otras atletas hiperandrógenas que deberán someterse a tratamiento, aunque sea modificado.

Historia del conflicto
Las dudas sobre la sexualidad de Caster Semenya comenzaron tras su triunfo en el Mundial de atletismo de 2009. En aquel momento, varias de las competidoras dijeron que sentían que estaban corriendo contra un hombre. Se presentaron reclamos ante la IAAF y se pidieron test de verificación de sexo.

La atelta sudafricana cuestionó que se trataba de una invasión a su intimidad, sin embargo aceptó los análisis. Los tests duraron once meses, durante los cuales Semenya no pudo competir.

Aunque la IAAF no hizo públicos los estudios, un diario británico, The Daily Telegraph, reveló los resultados. Se informó que Semenya tenía una anomalía cromosómica, que no tiene útero ni ovarios, pero sí testículos internos, por lo que genera un nivel elevado de testosterona, fuera de los límites convencionales de las mujeres.

En mayo de 2011, la IAAF puso en funcionamiento un primer reglamento para la participación de las atletas hiperandróginas en las competiciones femeninas y fijó un umbral de testosterona de 10 nanomoles por litro de sangre.

Caster Semenya, que debe seguir un tratamiento de medicamentos para poder correr, se proclamó de nuevo campeona del mundo en 2011 y luego campeona olímpica en 2012 (fue segunda en la meta, pero se benefició luego de la descalificación por dopaje de la rusa Mariya Savinova).

En julio de 2015, la velocista india Dutee Chand recurrió al TAS, que suspendió el reglamento de la IAAF. El TAS dio dos años a la organización para presentar un estudio científico que probara la superioridad de las atletas hiperandróginas.

Semenya, liberada de su tratamiento, se proclamó campeona olímpica en agosto de 2016 en Rio y luego campeona mundial, un año más tarde en Londres.

La insistencia de la IAAF
En julio de 2017, la revista médica British Journal of Sports Medecine publicó un estudio encargado por la IAAF que demuestra que las mujeres con tasas de testosterona más altas tienen una ventaja «significativa» en varias disciplinas.

Por este motivo, en abril de 2018, la IAAF instaura un nuevo reglamento que impone a las mujeres «hiperandróginas» o a las que tengan «diferencia de desarrollo sexual (DSD)» que hagan bajar, mediante medicación, sus tasas de testosterona por debajo de 5 nanomoles por litro, para participar en pruebas internacionales desde los 400 metros a la milla (1.609 metros).

La IAAF insiste en la necesidad de «preservar la igualdad de oportunidades en el seno de las competiciones de atletismo». Por eso Caster Semenya recurrió al TAS.

En febrero de 2019, la IAAF defendió su posición en favor de su estudio, cuyas conclusiones fueron puestas en duda especialmente por científicos de la Universidad de Bath (Inglaterra).

La ONU abordó en marzo el asunto del reglamento de la IAAF, que «podría no ser compatible con las normas y reglas internacionales relativas a los Derechos Humanos».

Pese a todo, este miércoles el TAS anunció que rechazó el recurso de Semenya contra la IAAF, pero dictó que la federación debe modificar su reglamento.

La IAAF, que tendrá que revisar algunos puntos del reglamento, anunció que entrará en vigor el 8 de mayo.

Fuente:

La Nación

Publicado en: Deportes, Destacado, Noticias   Etiquetas: , ,