Furia en Villa Urquiza: ¿se justifica destrozar un auto?

En la ciudad de Buenos Aires un vecino montó en cólera y destruyó el Volkswagen Beetle que tapaba la entrada de su garaje



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Un vecino de Villa Urquiza, indignado porque un desconocido estacionó el auto en la entrada de su garaje, descargó su bronca contra el rodado en infracción. Se trataba de un Volkswagen New Bettle que, luego de la agresión, quedó en estado lamentable: todos los paneles abollados, rayones en los laterales y un elocuente símbolo de “Prohibido Estaciona”, tallado con una elemento punzante en el capó.

El dueño del auto dijo “Dejé el auto cinco minutos”, aunque luego trascendió que estaba en una fiesta en un edificio del barrio.

Estacionar el auto en un lugar prohibido (como lo es la entrada de un garaje) es una infracción pero, del mimo modo que pasa en casi todos los barrios porteños, es un acción que generalmente no es multada. Vemos a diario miles de autos tapando rampas para discapacitados, estacionados en ochavas, circulando por la bicisenda y, como en este caso, obstruyendo la entrada al estacionamiento de un domicilio.

Multar a los infractores es responsabilidad de las autoridades pero estas parecen no funcionar, y si lo hacen, son demasiado lentas o ineptas.

No hay duda de que está mal estacionar donde no se debe, faltándole el respeto a los demás, pero también está mal destrozar un auto para reclamar ese respeto.

Fuente: Perfil 

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