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Luego de densos debates sobre los riesgos de la economía global y la volatilidad financiera, todo con críticas anónimas hacia Donald Trump, los ministros, delegados y presidentes de banco centrales de las principales potencias económicas salieron a disfrutar la noche argentina. El Gobierno les tenía preparada una velada con un anfitrión principal: Nicolás Dujovne.
Ayer, cerca las de 19.30 ya estaban en el camino que une el Centro de Exposiciones y Convenciones (CEC) con el Centro Cultural Kirchner (CCK), donde se llevó a cabo la cena-show con la que se agasajó a los invitados internacionales.
El discurso de bienvenida estuvo a cargo de Dujovne, sentado a la mesa con Christine Lagarde (directora gerente del Fondo Monetario Internacional), Steven Mnuchin (secretario del Tesoro de los Estados Unidos), Philip Hammond (canciller británico), Olaf Scholz (ministro de Finanzas de Alemania) y Ueli Maurer (jefe del departamento de Finanzas de Suiza), entre otros.
Al comienzo de la cena, Dujovne tomó un micrófono y dio un pequeño discurso. «Les agradeció a todos por venir, muchos desde muy lejos», contó alguien que estuvo en el lugar. «Destacó la importancia de la construcción de relaciones personales entre los ministros. Y dijo que eso es muy relevante cuando se trata de trabajar en temas más complejos. Tener una relación personal con cada uno de los ministros facilita mucho las cosas», agregó.
Luego llegó el show de tango de Mora Godoy, que bailó entre las mesas. «Estaban todos como locos. Mnuchin sacando fotos. Lagarde, también», relataron. Incluso algunos recalcan que la titular del FMI salió del salón simulando unos pasos tangueros.
Como contó ayer LA NACION hubo buena comida para los comensales internacionales. De entrada, unos quesos cordobeses; el primer plato fue merluza negra (la última vez en marzo hubo asado, ensaladas y salmón en el campo de polo de Palermo); y de postre, «algo con dulce de leche». Para acompañar todos los platos, se sirvieron algunos de los mejores vinos argentinos. Entre esos vinos estaban el Iscay Malbec Cabernet, Gran Medalla Chardonnay y Costa & Pampa espumante de Trapiche.
Fuente: La Nación
