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El fallo de los camaristas Eduardo Farah y Jorge Ballestero provocó un profundo malestar social que repercutió inmediatamente en el Gobierno. La liberación de Cristobal López no cayó para nada bien, teniendo en cuenta que el empresario kirchnerista le debe a la AFIP 11 millones de pesos en concepto de impuestos impagos.

Tras la polémica medida el oficialismo quiere apartar a los camaristas de Comodoro Py y no vería con malos ojos aceptar la renuncia de uno de los camaristas y trasladar a otro tribunal con menos exposición a otro de ellos.

“No descarto la posibilidad de irme. Mi médico me dijo que no puedo vivir en conflicto permanente”, detalló Ballestero, el juez que optaría dejar su cargo. “Tengo edad para jubilarme y ocho stents en un año, pero no me gustaría irme así”, en relación a las sospechas de corrupción

Por su parte, Farah se encuentra dialogando con el Gobierno para salir de Comodoro Py rumbo a un tribunal con menos exposición, algo que el Gobierno aceptaría sin problemas, según afirmó el ministro de Justicia, Germán Garavano.

Fuente: Radio Mitre