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«Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará», informó su editor Daniel Divinsky, quien estuvo al frente de Ediciones La Flor. En seguida, los lamentos, por la pérdida del ícono del humor gráfico nacional, se multiplicaron en las redes sociales.

Desde hace años, Quino sufría problemas de salud. Debía trasladarse en silla de ruedas, por dificultades de circulación en las piernas, y tenía serios problemas en la vista, luego de padecer un glaucoma.

Además de ser sumamente reconocido a nivel internacional, su obra entera constituye una parte esencial de las historietas argentinas. Sin dudas, su tira más emblemática es la de Mafalda: una niña que se resiste a entender el mundo sólo explicado desde el punto de vista del adulto y sueña con cambiarlo. 

Se trata de la tira latinoamericana más vendida en el planeta y, pese al paso del tiempo, jamás perdió vigencia. 

El humor de Quino era típicamente ácido y ahondaba en la miseria y el absurdo de la condición humana, lo que lo llevaba a abordar temas como la burocracia, los errores de la autoridad, las instituciones inútiles a través del absurdo.

Fuente: Hace Instantes