Estafaron a 38 familias, los denunciaron, nunca terminaron los departamentos y siguen construyendo

Tras varios juicios, los estafadores siguen libres y levantaron otro edificio con los fondos supuestamente de las víctimas.



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El sueño del techo propio se convirtió en un odisea para un grupo de vecinos, que desde hace 8 años luchan para que les devuelvan el dinero de los inmuebles que pagaron, pero que nunca fueron terminados por la constructora.

Todo comenzó en 2010, cuando la sociedad anónima Le Breton 5222 vendió cinco unidades de un edificio que no había empezado a construirse y que no tenía ni los permisos municipales ni un terreno propio. Con los primeros pagos se compró un lote, y los arquitectos consiguieron los papeles por ser ex funcionarios porteños, aseguró Stefanía Capatto, una de las damnificadas, a minutouno.com.

Los presidentes societarios eran los hermanos Carlos y Humberto Raiano, quienes le cedieron el puesto a Eduardo Atilio Camaratta. En los planos, el edificio ubicado en Arribeños 2856, en el barrio porteño de Núñez, tiene seis pisos de 42 unidades de un solo ambiente, que en 2011 tenía un valor de U$S52.000. Sobre ese precio, los desarrolladores llegaron a pedirle hasta U$S15.000 a los compradores.

Durante estos últimos años, se levantó una estructura firme pero inconclusa, con seis pisos y varias cocheras. Los compradores «desde el pozo» suman 38, con un caso extremo de una mujer que adquirió un departamento en el piso nueve, una planta que nunca llegará a construirse ni estaba en los planos originales.

Las victimas denunciaron la estafa y el juez Alioto ordenó la subasta del edificio a medio construir porque los titulares sacaron varias hipotecas sobre el mismo, pero en noviembre del año pasado, un acreedor pidió la ejecución del inmueble. Sin embargo, los afectados lograron frenar esa subasta, pero siguen sin recuperar el dinero.

Cómo funciona la estafa

Buscan inmuebles y empieza vender departamentos de pozo, con eso hace un fondo de capital, compran la tierra, siguen vendiendo. Lo que hacen es presentar los proyectos empezar la construcción siguen vendiendo y deja la obra a medio hacer en ese medio hacer.

Luego, le dicen a la gente que se quedaron sin plata, que alguien se fugó y que los compradores tienen que poner la plata para terminar el edificio.

En el caso del edificio de Nuñez, cuando los estafadores lograron juntar al menos 5 propietarios, compraron una casa vieja en Arribeños, entre Av. Congreso y Quesada, en pleno barrio River. El expediente municipal salió express, puesto que el profesional que hizo el proyecto, era un ex funcionario de la misma municipalidad, el Sr. Carlos Doméstico.

Según contó Capatto, los estafadores comenzaron las obras, levantaron 6 niveles, durante casi un año. Con esa carcaza perfecta, siguieron vendiendo boletos de compra/venta, ahora con un mejor disfraz, puesto que ya tenían parte del esqueleto construido.

En el medio de esta construcción fugaz, hicieron una jugada: cambiaron de presidente societario; inicialmente eran Humberto Raiano y su mujer, quienes le cedieron la presidencia a Eduardo Atilio Camaratta. Sorprendentemente, las primeras maniobras de este último, fue hipotecar el inmueble donde estaba emplazado el edificio, Arribeños 2856, con la obra en construcción, a favor de los ex dueños de la SA (Le Breton 5222), que le habían cedido.

Fue así como Camaratta, procesado en 2018, embargado por 19 millones de pesos e inhibido de salir del país por nuestra demanda penal iniciada en septiembre 2017, constituyó a favor de otros integrantes de la banda 3 hipotecas fraudulentas por un monto total de alrededor de u$s 380.000 dólares.

Nuevos estafados y el caso sigue sin resolverse

Según denunció Capatto, las denuncias y juicios realizados a la banda de estafadores no sirvieron para frenar sus maniobras, sino que por el contrario, siguen construyendo y estafando a otras familias. “Tenemos comprobado y verificado que están realizando lo mismo en más de 10 edificios en Capital Federal y siempre es el mismo mecanismo. Uno de esos proyectos está en la calle Ceretti. Es el mismo que el de Aribeños”, contó la damnificada.

Comprobamos que nuestros fondos se desviaron hacia esa obra y esa obra la terminaron y tienen una inmobiliaria en el primer piso y esa misma inmobiliaria es la que administra los departamentos, no les entregan las escrituras a los propietarios y tienen el inmueble hipotecado”, señaló Capatto.

Estas nuevas víctimas no entienden que están siendo estafadas y están pagando por un edificio que no tiene los permisos para ser construido. “No hay un solo edificio de esta gente que este escriturado como corresponde. Todos tienen un único dueño que son sociedades truchas. Con préstamos simulados por ellos mismo. Los llamamos agujeros negros de la Capital”, explicó Capatto.

Tras 8 años de lucha, las víctimas del edificio de Aribeños, siente que están en una situación empeoró, no solo porque los estafadores siguen libres y construyendo, sino que también porque siente que la Justicia los sigue dejando solos.

“Nos hicieron mucho daño y no tenemos a nadie que nos resguarde. Estamos preocupados. De nuevo hay familias que están entrando al edificio. Con lo cual están usurpándonos lo único que nos quedaba y nosotros estamos totalmente desamparados ante esta supuesta quiebra”, dijo Capatto.

“Las victimas estamos en una posición en donde ni la Justicia, ni el Gobierno de la Ciudad puedan darnos lo que queríamos, que era nuestras casas, nuestros departamentos. No tenemos otra salida. Lo que queremos es que la Justicia caiga sobre ellos y que se nos escuche, y nosotros poder recuperar el inmueble”, agregó.

Fuente: Minutouno

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