Erdogan y Trump en una cumbre bilateral donde pondrán mucho en juego

El apoyo armamentístico de Estados Unidos a la guerrilla kurda que combate en Siria contra el Estado Islámico será el tema central del encuentro.



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El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, fue claro al advertir que la reunión del próximo martes con su par estadounidense, Donald Trump, será un punto de inflexión en la crisis que se desató desde que Washington blanqueó su apoyo armamentístico a la guerrilla kurda que combate en Siria contra el Estado Islámico (EI).
Concretamente, Estados Unidos comenzó a suministrar armas pesadas a los miembros de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una milicia cuyo principal componente son las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas consideradas «terroristas» por Ankara ya que las liga directamente al proscripto Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Y estos «peshmergas» kurdo sirios, los más feroces combatientes contra el EI, ya empezaron a agradecer en el mismo territorio en disputa cuando el miércoles expulsaron a los extremistas de la represa de Tabqa y de la homónima ciudad del norte de Siria para seguir avanzando hacia Al Raqqa, la autodenominada capital del «califato» yihadista.
La jugada de Washington, que había comenzado el 9 de diciembre cuando el entonces presidente Barack Obama levantó las restricciones para el suministro de armas a la oposición moderada siria, genera más que incertidumbre en ese complicado tablero internacional donde están jugando las principales potencias mundiales.
En aquel momento fue Rusia -sostén militar del gobierno sirio- la que se quejó y advirtió que la decisión era «peligrosa», casi con los mismos argumentos que ahora esgrime Turquía.
Sin embargo, el riesgo del paso que dio Trump armando a las FSD radica en que puede empujar a Turquía a un acercamiento hacia Rusia y Siria, habida cuenta de que sus fuerzas no van a luchar junto a las kurdas.
Erdogan se opone a la creación de un Kurdistán autónomo -el objetivo de los «peshmergas» en esta guerra de Siria- y Moscú apoya al gobierno del presidente sirio Bashar al Assad contra la partición de su territorio, que tiene también otra vertiente en la publicitada intención de Trump de crear «zonas de seguridad».
El mandatario turco utilizará dos escenarios para exigirle a Estados Unidos que cambie su política respecto a los kurdos: el citado encuentro bilateral y la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) del próximo 25 de mayo en Bruselas.
Este último no es menor, ya que Turquía es el único país musulmán miembro de la OTAN y, entre otras cosas, Washington no puede darse el lujo de un enfrentamiento con Ankara ya que debe preservar la seguridad en la frontera sur (con Siria) de la nación otomana.
Y si bien Erdogan apostó a que «habrá un acuerdo» con Trump, no dudó en lanzar una dura advertencia: «No se puede tomar una decisión en Medio Oriente sin Turquía y si algunos la toman, pagarán el precio de esa decisión tanto económicamente como en pérdida humanas».

Fuente: télam



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