En un nuevo audio Lautaro Teruel afirma que su padre estaba al tanto de todo y cuenta: «Ahora veo nenitas y no me pasa nada»

Se filtró un nuevo fragmento de la charla entre el hijo de uno de Los Nocheros y la joven que lo denunció por abuso



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Se conoció un nuevo audio de Lautaro Teruel, el hijo de Mario Teruel, fundador de Los Nocheros, quien se encuentra detenido e imputado por violación. La grabación es un fragmento de una charla que el joven de 27 años mantuvo con la adolescente que lo denunció ante la Justicia, en la que reconoce que abusó de ella cuando era niña.

«¿Tus viejos saben?», indaga en el audio la joven que fue víctima de sus abusos. «Sí -responde el acusado-, porque tu abuela me dijo: ‘Tenés que hablar con tu papá’. Y tiene razón, fue como dos días después de nuestra charla».

«Saludo a mi vieja y me saluda raro. La Pato (una familiar suya) ya le había contado. Me sacó un re peso (de encima), olvídate. Ese día tuvieron cero onda. Al otro día me agarró mi viejo, hablamos bien, me bardeó un toque. Y después le dije que necesitaba hablar con vos. Era algo con lo que venía luchando hace mucho tiempo, y hoy siento que no lucho».

«Ahora veo las nenitas y no me pasa nada, si tuviese dudas cuando veo una pendeja, le digo a mi viejo ‘ayudame’, porque voy a un loquero o voy en cana'», dice el sobrino de Kike y hermano de Álvaro Teruel, otros dos integrantes de Los Nocheros. Y agrega: «Es algo con lo que he luchado después de lo tuyo, fueron años de que veía una pendeja y me quería alzar. Pasó el tiempo y me di cuenta que no, cualquiera. Tengo cien minas para garchar si quiero, y una nena no tiene nada que ver, una nena que no tiene noción de nada, que no tiene por qué enterarse de esas cosas. Los primeros años me costó pero hoy no, tengo mi casa repleta de niñas y niños y la mejor; las trato como hermanitas».

En otro pasaje de la charla menciona, sin dar nombres, a otro familiar: «Tengo un primo que es el que me enseñó todas estas pelotudeces. Él siempre me decía: ‘Si ves durmiendo a tu prima…’. Hoy en día lo veo y sigue siendo igual. Lo hablé de mil maneras con él, pero el loco tiene ese chip, y si él no decide cambiarlo le va a pasar algo parecido a lo mío. O va a venir una mina y va a decir ‘este es un culiado’. Él sabrá lo que hace, o no lo sabe, o lo sabe pero no lo mide».

Fuente: Infobae