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Acompañado de medio gabinete, con una agenda apretada e hiperactiva y con la inusual compañía de su familia, el presidente Mauricio Macri arrancó esta mañana con su operativo «conquista del Norte», un raid que incluirá la visita a Misiones y Chaco, y encuentros cara a cara con cinco gobernadores cuyo apoyo será clave para los próximos pasos políticos y económicos que tiene en carpeta la Casa Rosada.

«Estamos demostrando en los hechos el federalismo que proponemos», afirmó a La Nación un integrante de la delegación. Macri, que se reunirá con la mesa de Cambiemos del NEA después de hablar con la prensa, rompió otra rutina: la de dormir en su casa luego de cada gira por alguna provincia. Junto a Juliana y Antonia, hoy descansará en Iguazú, y mañana estará en Chaco para seguir con sus reuniones vinculadas al Plan Belgrano de infraestructura, a las que se sumará también el gobernador peronista de Entre Ríos, Gustavo Bordet.

Tal como publicó La Nación, esta será la primera de las visitas extendidas del Presidente a provincias para encontrarse con mandatarios provinciales. Los peronistas Peppo, Passalacqua y Bordet sostienen un vínculo fluido con el Gobierno que Macri quiere profundizar, al igual que Insfrán, que de enemigo declarado de Cambiemos pasó a un cada vez más acentuado acercamiento.

La «defensa» del senador formoseño José Mayans ayer, al ministro de Finanzas, Luis Caputo, en la reunión de la Bicameral de la deuda externa es visto en el Gobierno como una muestra del afianzamiento del vínculo.