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El emotivo silencio de la ceremonia solo fue quebrado por el llanto de los familiares y las trompetas de la guardia de honor de la policía bonaerense, que sonaron en homenaje a la joven uniformada.
Frente al féretro cubierto por una bandera argentina y la gorra de gala de Lourdes, se leyó el decreto que la ascendió post-mortem al grado de subteniente. Luego un párroco ofició un breve responso en el que destacó: «Esperamos que Dios recompense la entrega de Lourdes, que dio su propia vida para hacer esta provincia un lugar mejor».
La ceremonia terminó con un sentido aplauso de todos los presentes.
Fuente: La Nación
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