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Después de matar a tiros a un adolescente de 16 años que pretendía robarle el auto con un arma de juguete, el oficial de la Policía de Seguridad Aeroportuaria responsable del hecho, Matías Arrúa, ya se encuentra en libertad. La información fue confirmada a La Nación por fuentes judiciales.
Según pudo saber La Nación, el fiscal Fernando Semisa, quien quedó a cargo de la investigación de la causa, entendió que «no había peligros», por lo que se decidió otorgarle la libertad al uniformado.
Más temprano, Arrúa, de 25 años, fue indagado por «homicidio con exceso en la legítima defensa».
Fuentes policiales precisaron que el hecho se registró en las últimas horas en la calle Mariano Acosta al 300, en Esteban Echeverría, cuando Arrúa se hallaba junto a su novia, de 28 años y también miembro de la misma fuerza de seguridad, a bordo de un auto Volskwagen Gol.
Según los investigadores, la pareja estaba llegando a su domicilio y en ese momento fue sorprendida por tres asaltantes, uno de los cuales portaba un arma, que pretendieron robarles el vehículo.
Los ladrones amenazaron a ambos y se apoderaron de los efectos personales del hombre y de las llaves del auto, al cual se subieron con intenciones de escapar. Sin embargo, en ese momento, el oficial de la PSA ingresó al garaje de su casa, se apoderó de la pistola marca Beretta calibre 9 milímetros reglamentaria de su novia, y pretendió resistir el asalto.
Según las fuentes policiales, en ese momento comenzó a disparar contra el auto y mató a uno de los ladrones, cuyo cadáver quedó dentro del auto Gol de las víctimas del asalto, mientras que los otros dos lograron escapar a la carrera.
Los médicos que llegaron al lugar pocos minutos después constataron que el adolescente fallecido presentaba cuatro heridas de arma de fuego, con orificios de entrada y salida en la costilla dorsal izquierda, brazo izquierdo, oreja izquierda y hombro derecho.
Los investigadores aseguraron que tanto el oficial de la PSA como su novia, quienes se hallaban vestidos de civil y se encontraban franco de servicio, no sufrieron heridas ni lesiones en el hecho.
Fuente: La Nación