El plan de María Eugenia Vidal para pasar diciembre: comida irrestricta y refuerzo de planes sociales

La gobernadora les prometió a los intendentes los “fondos que hagan falta para los comedores”. Y podría haber una suba en subsidios. Alerta por dos municipios K.



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Cs3MlONcL_930x525__1Más que un debate entre economistas, acaso el mejor parámetro para entender la profundidad de la crisis sea un repaso de las dos principales medidas que prevé María Eugenia Vidal para «pasar diciembre», el mes sensible en el calendario de los argentinos. La preocupación de la gobernadora es básica: garantizar la comida para los bonaerenses. En ese camino, junto con la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, hablaron con los intendentes y les prometieron «los fondos que hagan falta para los comedores». La otra acción prevista es un posible refuerzo de los planes sociales provinciales a fin de año.

«No hay restricción de fondos para comida. Eso lo saben todos los intendentes. Nadie tiene por qué pasar hambre. Y en diciembre, si hace falta, habrá un aumento en el plan Más Vida», aseguró a Clarín una alta fuente de la gobernación.

¿De qué diagnóstico parten? «Con las dos subas previstas, $ 1.200 por chico en septiembre y $ 1.500 en diciembre, la AUH no va a perder contra la inflación. Pero si es necesario, habrá un refuerzo en el Más Vida», ampliaron. Este subsidio es de $ 516 para la madre y $ 361 por hijo. Es complementario de la AUH y lo reciben 567.469 beneficiarios: 264.124 titulares adultos y 303.345 menores de 6 años.

En medio de la discusión por el plan económico, el ajuste y el acuerdo con el FMI, Vidal y Stanley fueron las dos funcionarias que dejaron clara (en público y en privado) su preocupación por la situación social. La gobernadora hace un diagnóstico complicado, pero lo diferencia de 2001.

«No sólo por los números de pobreza e indigencia, sino por la manera rápida que tenés para hacer llegar la ayuda. Ahora aumentás la AUH y enseguida llegaste a millones de personas. En el 2001 ni siquiera estaban los planes», explican en su entorno.

Según la última medición del Indec, en el Conurbano la pobreza subió a 31,9% y la indigencia, a 6,2%. Son 3.843.746 personas pobres y 745.058 de ellas sin siquiera ingresos para una canasta básica de supervivencia.

En la Provincia, de todos modos, advierten que una rebrote de protesta social a fin de año puede estar asociada no sólo a una necesidad genuina. «La gente común no quiere quilombo», resumen. Pero hablan de dos factores extra: la intencionalidad política, en la entrada de un año electoral, y grupos ligados al narcotráfico.

En el primer rubro, insisten con los dos municipios más del GBA más vinculados al kirchnerismo. «Tenés La Matanza, que es un refugio K, y tenés Moreno, que es un refugio K pero sin control», describen cerca de la gobernadora.

Con La Matanza, a cargo de la intendenta Verónica Magario y el ex Fernando Espinoza, la pelea política es abierta. Con el Moreno de Walter Festa hay matices. El intendente depende de los fondos bonaerenses para subsistir, por lo que los cuestionamientos los deja para el ámbito privado. Pero, a diferencia de los matanceros, tiene un manejo del territorio acotado. «Hay ‘bandas’ vinculadas a distintas ramas del peronismo, como el ex intendente West, lo que convierte al distrito en un polvorín», explican fuentes políticas locales.

Vidal cree que allí, a partir del accidente en el que murieron una vicedirectora y un auxiliar, se montó un operativo para desgastarla. «Quisieron mostrar que María Eugenia era insensible, que estaba lejos de la gente. Eso estuvo armado. No permitieron abrir escuelas, sumaron escraches», describió una fuente de la gobernación.

También encienden otro alerta, casi como un auto elogio a su gestión. «No descartes rebrotes impulsados por los narcos. ¿No deben estar muy contentos con nosotros, no?», se jactan en la Provincia.

Dentro del trío de promesas de campaña de Cambiemos, la lucha contra el narcotráfico es quizá la más reconocida por la opinión pública. La «unión de los argentinos» sigue claramente cruzada por la grieta. Y la pobreza está lejísimos de llegar a cero. Lo muestra la preocupación inmediata de Vidal, bastante más llana: que no falte comida

Fuente: Clarìn



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