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Otro caso de abuso en el fútbol sacudió en las últimas horas la ciudad de Rosario. El árbitro asistente Martín Bustos reincidió en un nuevo delito y fue detectado a tiempo antes de cometer un nuevo hecho contra un futbolista juvenil de Newell’s, de 13 años.

El psicólogo del club rosarino, Julián Pagliarecci fue quien se enteró del grooming (engaño pederasta) del árbitro sobre un futbolista de las inferiores y dio detalles de la operatoria de Bustos, quien se hizo pasar por un masajista para contactarse con el menor. Pagliarecci explicó cómo se dio cuenta de la situación que afectó a un futbolista de 13 años, que al momento del contacto estaba lesionado y en búsqueda de un kinesiólogo que lo ayudara en su recuperación.

“Me entero porque me muestra el chico el mensaje que era sospechoso, la iniciativa de mostrármelo fue de él. ‘Mirá, Chino (así apodan a Pagliarecci) me llegó esto’, me dijo”, afirmó en una entrevista con la agencia Noticias Argentinas.

Hasta ese momento, nadie sabía que se trataba de Martín Bustos, el mismo árbitro que había estado detenido varios meses por un hecho similar con al menos quince futbolistas de Independiente.

“Cuando fuimos a la Fiscalía, el abogado del club lo conocía, porque anteriormente era árbitro. Vio una foto que le había mandado Bustos al chico durante la conversación y lo reconoció, por lo que empezaron a investigar”, indicó.

Fuente: 442