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No será un Vélez-Boca más. El detalle que rodea al partido por los cuartos de final de la Copa de la Superliga lo hará de excepción y las autoridades de la seguridad lo saben. El regreso de Mauro Zárate al club que lo vio nacer no tendría por qué ser un conflicto en sí, pero el fútbol argentino entregará otro capítulo más de su show de sucesos casi inexplicables.
Los efectivos que custodiarán al plantel del «Xeneize» rumbo al Estadio José Amalfitani de Liniers presentarán una especial atención a este conflicto al montar el operativo de seguridad. La prioridad estará enfocada en evitar posibles conflictos por la presencia del atacante de 32 años en la institución de la que supo ser ídolo.
No habrá refuerzos extra de agentes, pero sí una diagramación específica teniendo en cuenta el contexto. «El operativo tendrá la singularidad del caso en cuestión y con el objetivo de resguardar la integridad física de la totalidad de los jugadores visitantes, y particularmente de Mauro Zárate», le informaron a Infobae fuentes relacionadas al operativo.
Las fuerzas de seguridad escoltarán al plantel de Boca a lo largo de 18 kilómetros desde la puerta del Hotel Madero donde concentran hasta el ingreso al Estadio José Amalfitani. Desde el club de La Ribera, por su lado, le advirtieron a este medio que ellos no modificarán el operativo interno habitual que realizan en cada presentación.
Toda la situación en torno a la figura de Zárate se inició a mediados del 2018 cuando el futbolista decidió abandonar Vélez para sumarse a las filas de Boca. Días más tarde comenzó el asedio al futbolista y su familia: recibió amenazas y escraches por parte de fanáticos del «Fortín». En los últimos días los mensajes intimidatorios volvieron a resurgir, según confesó la esposa del futbolista Natalie Weber.
Hace un año, entre lágrimas, Zárate dio una nota para explicar su partida de la institución: «Tomé la decisión solamente por lo deportivo. No pensé que iba a llegar a tanto el enojo de la gente, en hacer amenazas o en insultar tanto… Sí lo entiendo. Ahora será esperar un poco a que pase todo y tranquilizar a mi mujer y mis hijos».
Pasó un año de su última vez con la camiseta de Vélez en Liniers. Fue un empate 1-1 ante Argentinos Juniors en el que anotó uno de sus ocho goles en la temporada. Hoy volverá pero con otra camiseta; una que generó enojo en los fanáticos del «Fortín». El presidente Sergio Rapisarda habló del tema en el programa radial Jogo Bonito (FM 94.7): «Vamos a hacer lo que nos corresponda a nivel institucional y quiero minimizar un poco las cosas. Seremos prudentes. No queremos problemas».
Más allá de lo específicamente relacionado a Zárate, Boca sufrió diferentes agresiones durante los últimos meses con el ataque a su micro en la previa de la final de la Copa Libertadores ante River como paradigma. Pero luego el vehículo que traslada al plantel fue apedreado en Mendoza en dos oportunidades durante las últimas semanas: antes de enfrentar a Godoy Cruz y Rosario Central.
FUENTE:Infobae
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