Un foco de tensión se abrió entre el oficialismo de la Cámara de Diputados y la Corte Suprema, particularmente con su presidente, Ricardo Lorenzetti. En un hecho político inusual, impulsó un pedido de informes dirigido al máximo tribunal, que fue firmado por todos los bloques de la oposición, para que dé explicaciones sobre la filtración de escuchas telefónicas entre la expresidenta Cristina Kirchner y el exsecretario General de la Presidencia Oscar Parrilli.

Dichas escuchas fueron realizadas por el Departamento de Interceptación y Captación de las Comunicaciones (DICOM), que depende de la Corte Suprema. El kirchnerismo, con su jefe de bloque Agustín Rossi a la cabeza y el diputado Leopoldo Moreau, reclamaron la presencia de Lorenzetti a la Comisión de Asuntos Constitucionales para que dé las explicaciones del caso.

El oficialismo no le dará el gusto al kirchnerismo y Lorenzetti no será citado. Pero sí convino en hacerle fuerte un llamado de atención a la Corte Suprema: así, la cúpula de Cambiemos, encabezada por Mario Negri, Emilio Monzó, Elisa Carrió y Nicolás Massot le propusieron a Rossi impulsar un pedido de informes conjunto. Rossi aceptó, al igual que los presidentes de los demás bloques opositores. El texto se elaboró el miércoles pasado, durante la sesión.

«Hoy le tocó a Cristina; mañana le puede tocar a cualquiera de nosotros. Esto no puede seguir así: la difusión de las escuchas por el programa de (Luis) Majul parece una telenovela por entregas. Queremos saber cómo se filtran. Y que Lorenzetti no se haga el distraído», advirtió un miembro del oficialismo.

El pedido de informes finalmente no se aprobó en aquella sesión del miércoles pasado, que se cayó por falta de quórum. Sugestivamente, al día siguiente (por ayer) la Corte emitió una acordada en la que le solicitó al Congreso que realice una auditoría sobre la oficina de escuchas. Intuía sobre el malestar de la Cámara de Diputados y se le adelantó.

En el oficialismo no cayó bien esta jugada de la Corte. «Nosotros estamos convencidos que la DICOM no tiene responsabilidad en la filtración de las escuchas. Acá hay responsabilidades superiores, empezando por el juez que investiga la causa que involucra a Cristina (en alusión al juez Ariel Lijo) y el presidente de la Corte», sostienen.

Esta tensión entre el oficialismo parlamentario y la Corte se enmarca dentro del profundo malestar que generó en el Gobierno la decisión de los jueces Lorenzetti, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda de inhabilitar el Tribunal Oral Federal 9, que había sido conformado para juzgar las causas más trascendentes de corrupción contra funcionarios kirchneristas.

Fuentes: La Nación