Luego de su detención, el ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou recusó al juez federal Ariel Lijo quien lo investiga por el delito de enriquecimiento ilícito. En un recurso presentado por la defensa de Boudou, pidieron que Lijo se aparte de la causa porque consideraron que la detención del viernes pasado había sido arbitraria y el juez   había perdido imparcialidad.

El juez Lijo rechazó hoy la recusación planteada por Boudou quien se encuentra detenido en el Hospital Penitenciario de la cárcel de Ezeiza.  El juez argumentó que correspondía rechazar la recusación «porque el llamado a indagatoria y detención responde a constancias objetivas que surgen de la investigación y no a un hecho aislado como sostiene el imputado y la defensa. Es el resultado de un análisis de todos los elementos probatorios, de las conclusiones a las que arribó el peritaje y se aportó recientemente y al pedido de intimación parcial  efectuado por el fiscal. Argumentos que constan en el llamado a indagatoria y orden de detención». Hace diez días el fiscal del caso Jorge Di Lello había intimado a Boudou y a otros imputados como testaferros del ex vicepresidente, para que explicaran las inconsistencias detectadas en un peritaje sobre los bienes de los investigados.

En el planteo de Boudou se había sostenido que otra muestra de pérdida de objetividad había sido la difusión de imágenes del momento en que un agente de la Prefectura le leía al ex ministro de Economía la orden de detención en el living de su departamento de Puerto Madero. En el rechazo de la recusación se explica que : «Con relación a la filtración de vídeos y fotografías, la única orden del juzgado fue el cumplimiento de la detención y por esa filtración el juez ordenó extraer testimonios para que se investigue el hecho». Es decir que Lijo denunció la filtración que deberá ser investigada por otro juez.

Otro de los argumentos de Boudou para recusar a Lijo fue que durante su indagatoria -el mismo día que fue detenido- el ex vicepresidente había planteado, palabras más, palabras menos, que el juez no era imparcial. Y que a partir de eso Lijo iba a estar condicionado para seguir interviniendo de manera objetiva en la causa. Lijo respondió que «respecto a que los dichos del imputado en la indagatoria podrían condicionar al Juez para resolver en el futuro si se sigue es línea de pensamiento de la defensa bastaría que los planteos del imputado seña efectuados en tonos agraviantes como para generar un trámite de recusación y apartamiento de cualquier magistrado».