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El Instituto de Cine y Artes Audiovisuales ( Incaa ) fijó una nueva normativa sobre la cuota de pantalla para las películas argentinas en el circuito de exhibición de nuestro país a través de una resolución firmada por el vicepresidente del organismo, Fernando Juan Lima, que entrará en vigor cuando se publique en el Boletín Oficial, algo que ocurrirá en las próximas horas.

En su primer artículo, la resolución ratifica que la película elegida para cumplir con la cuota de pantalla deberá exhibirse en la totalidad de las funciones diarias. Hasta ahora, gracias a una resolución previa fijada por el Incaa en 2014, los exhibidores podían dar por cumplida la cuota proyectando la película en la mitad de las funciones de una sala. Esa medida fue derogada.

Con todo, la nueva normativa no da por cumplida con ella el 100% de la cuota de pantalla como ocurría hasta ahora, sino la mitad. En el caso de que esa película no llegue a la media de continuidad, el Incaa dará por cumplida la cuota de pantalla si se proyecta al menos una vez por día durante la semana siguiente en la misma sala.

Así como propicia el acercamiento entre las partes con vistas al cumplimiento por mitades de la cuota de pantalla, sobre todo en materia de condiciones de proyección y de horarios (para evitar que el cine argentino disponga para varios de sus estrenos de las franjas consideradas marginales o menos favorables, como viene ocurriendo hasta ahora) la flamante resolución prohibe todo tipo de acuerdo entre partes «que modifique, deje sin efecto o se aparte, en todo o en parte, de lo dispuesto».

Según las actuales autoridades del organismo, esta última posibilidad estaba hasta ahora abierta a interpretaciones equívocas a partir del artículo 13 de una resolución de 2014, derogado en esta nueva reglamentación. Entre ellas se mencionan la reducción de las exigencias mínimas para el cumplimiento de la cuota de pantalla.

Aquélla situación le abría las puertas a situaciones como las que atravesó hace poco tiempo la película Las Vegas, título con el que se inauguró el último Bafici. Su director, Juan Villegas, dijo en su momento que se vio obligado a renunciar a cualquier reclamo respecto a la continuidad de la película para asegurar su estreno en una sala. «Cuando la normativa no está bien diseñada o es mal implementada puede tener el efecto contrario del que se esperaba y transformarse en un obstáculo», señala la resolución en sus considerandos.

También se habilitará al área de fiscalización del Incaa a actuar de oficio en caso de anomalías (antes sólo podía intervenir a partir de un reclamo expreso del distribuidor) y se abrirá una casilla de reclamos para que se puedan denunciar por vía postal o electrónica posibles incumplimientos, inclusive de manera anónima.

«Nada de esto es revolucionario o novedoso. Queremos simplemente acercarnos un poco más al cumplimiento de la ley y esta medida es un primer paso, porque hay muchas más cosas para hacer si queremos garantizar la diversidad del cine que se exhibe en la Argentina», completó Juan Lima.

Fuente: La Nación