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En su intento por bajar la tensión con los movimientos sociales, el Gobierno recibirá el miércoles a los referentes de Barrios de Pie, la Ctep y la CCC, que anunciaron para el jueves una movilización frente a los supermercados para pedir alimentos.
Las organizaciones sociales serán recibidas por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, a quien le entregarán un informe que revela un agravamiento de la situación social en los barrios y un pedido para que se declare la emergencia alimentaria. También exigirán un aumento en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y en los programas de empleo, consignas que se mantienen desde la Marcha Federal.
Según las organizaciones, que tienen fuertes vínculos con la Iglesia, el anuncio de la marcha a la puerta de los supermercados aceleró la convocatoria del Gobierno, que ya se había comprometido a restablecer el diálogo. Sin embargo, desde los movimientos aseguran que por ahora la medida del jueves sigue en pie y que quedará sujeta a los resultados del encuentro de pasado mañana.
La reunión se dará en un contexto de creciente malestar social a partir de la crisis cambiaria, que disparó las expectativas de inflación y forzó al país a pedir un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) cuyo auxilio financiero tiene prevista, según el Gobierno, una «salvaguarda social inédita».
El informe que le entregarán a Stanley, elaborado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) junto a Barrios de Pie, señala que el 42,3% de los niños y jóvenes entre los 2 y los 19 años de 30 distritos del conurbano bonaerense están malnutridos. De ese porcentaje se desprende que el 20,7% tiene sobrepeso, el 19,5% es obeso y el 2,1% tiene bajo peso. En cuanto a los lactantes, indica el estudio, el 26,1% presenta signos de malnutrición.
Los números del estudio revelan un aumento en la cantidad de jóvenes pesados y medidos entre el segundo semestre de 2017 y el primero de este año debido a una «mayor concurrencia de nuevas familias» a merenderos, comedores y espacios comunitarios.
El diálogo entre el Gobierno y las organizaciones sociales nunca se cortó por completo, pero sí se erosionó con fuerza desde fines del año pasado. Por eso, no hay expectativas, sino cautela, sobre las respuestas que Stanley pueda brindar el miércoles.
«Ellos saben que la situación es difícil. Veremos cuál es la magnitud de lo que presentan y ahí evaluaremos, pero tenemos claro que algo van a presentarnos como forma de anunciar el problema social», dijo a LA NACION Daniel Menéndez, de Barrios de Pie.