El cadete riojano murió por una deshidratación aguda durante el entrenamiento

Le habían impedido tomar agua; la falta de líquido le causó insuficiencia renal y una falla multiorgánica; ayer fueron despedidos los restos del aspirante en su pueblo, Portezuelo



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La muerte de Emanuel Garay, de 18 años, que agonizó durante seis días tras entrar en coma durante un entrenamiento extremo como parte de su preparación de ingreso a la policía de La Rioja, fue consecuencia de una deshidratación aguda grave que derivó en una insuficiencia renal severa y, en definitiva, en una falla multiorgánica, según surgió de la autopsia.

Tras el estudio forense, los restos del cadete fueron trasladados a la localidad de Portezuelo, ubicada unos 173 kilómetros al sur de la capital provincial, en el departamento de General Juan Facundo Quiroga. Allí, cientos de familiares y amigos de la familia Garay despidieron los restos de Emanuel, uno de los 12 cadetes que el lunes pasado, el primer día que pisaron el establecimiento para formarse como policías, terminaron internados tras un entrenamiento extremo que Roque, el padre del joven, calificó como «una tortura».

«Quería un sueño. Quería ser una buena persona como su madre. Quería ser ejemplo de policía como lo fue su padre, con 25 años de servicio y un legajo intachable. Quería aprender y enseñar como lo hacían sus hermanos Adrián y Roque siendo profesores. Quería defender la patria como lo hace su hermano Franco siendo suboficial del Ejército Argentino. Pero ellos le quitaron la vida a sus 18 años. Nosotros queremos justicia. Los autores tienen nombre y apellido. Las pruebas son suficientes. Queremos juicio y castigo de los responsables ahora», escribió ayer en Facebook Adrián, uno de los hermanos de la víctima.

La necropsia fue realizada por los médicos forenses José Luis Díaz Brizuela y Aníbal Magno y otros tres peritos: uno de la Policía Judicial; Marcelo Cáceres, por la querella, y Paola Herazu, por la defensa. Señalaron que «los resultados de los estudios patológicos demorarán unos días más».

El fiscal general de La Rioja, Hugo Montivero, informó ayer a la agencia de noticias Télam que a partir de una serie de denuncias recibidas anteayer fue identificado un grupo de cinco cadetes de grados superiores, de segundo y tercer años, que son investigados por su presunta participación en los hechos ocurridos el lunes.

Sobre el estado de salud de los otros 11 cadetes, el fiscal dijo que «tres o cuatro» ya fueron dados de alta y que el resto se encuentran en «franca mejoría».

En cuanto a si hay antecedentes de casos como este, Montivero dijo que era «la primera vez», aunque admitió que «hubo denuncias, pero no de estas características», referidas a «lesiones y descomposturas, pero sin complicaciones graves para la salud».

Fuente: la nación



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