El 94% de las mujeres de la Ciudad sufrió alguna situación de acoso callejero

Es una de las primeras formas de violencia de género a la que se enfrentan las mujeres a partir de los 13 cuando comienzan a salir solas a la calle. Hace dos años se puede denunciar el acoso, pero pocas lo hacen por miedo a la revictimización o por desconocimiento.



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En la mañana, por la tarde o de noche. En la calle, el subte, el colectivo u en una plaza. Según una encuesta en la Ciudad, más del 94% de las mujeres que viven el la Ciudad de Buenos Aires sufrió alguna situación de acoso en la vía pública. Se trata de una de las primeras violencias de género a las que se enfrentan cuando comienzan a salir solas a la calle a partir de los 13 años.

Desde el 2015 el Gobierno de la Ciudad declaró al 2 de octubre como el Día de lucha contra el acoso callejero. Un año después se incorporó el acoso sexual en espacios públicos y privados de acceso público en el Código Contravencional a través de la ley 5.742.

Es decir que desde hace dos años en la Ciudad se puede denunciar el acoso callejero en las comisarías o fiscalías que tengan jurisdicción en el lugar donde haya ocurrido el hecho. También se puede hacer la denuncia en la Defensoría de la Ciudad. Si bien es una herramienta más que pueden utilizar las mujeres, muchas no lo hacen por miedo a la revictimización, desconocimiento o simplemente porque desconfía de los procesos judiciales.

“Para nosotras el punitivismo es parte de la solución pero no la solución completa”, explica Juliana Santarrosa Cobos, abogada feminista y miembro del colectivo Acción Respeto que lucha contra el Acoso Callejero.

“El aumento de penas, la creación de nuevas figuras que van apareciendo nos ayudan a visibilizar, son herramientas en lo urgente para las mujeres que son acosadas pero no erradican el problema”, agrega.

En ese sentido recordó que con la inclusión de la figura de femicidio como agravante en el Código Penal no disminuyó la cantidad de víctimas sino que se le dio un marco y visibilización a la cuestión.

“Es que acá no estamos hablando de un problema que es individual sino colectivo. Lo que hay que dar es un cambio cultural porque el acoso callejero es una de las violencias más edulcoradas y normalizadas que existe. De hecho, en muchos casos nos enseñan que es un tipo de violencia que tenemos que desear porque es una puesta en valor de la mujer”, agregó Santarrosa Cobos y explicó que es necesaria una ley que abarque todo el territorio nacional.

Este martes en Mendoza también se incluyó al acoso callejero dentro del Código Contravencional pero todavía son muchas provincias que no lo contemplan. En 2015 llegó al Congreso un proyecto de ley pero que se estancó en la Comisión Penal por la discusión de si debía ser penalizado o no el acoso callejero.

¿EL PIROPO ES ACOSO?

Pero, ¿qué es el acoso callejero? ¿El piropo es acoso? ¿En qué se diferencia de un abuso sexual simple?

El acoso sexual callejero es un paso antes de lo que sería un abuso sexual simple que generalmente se lo suele definir cuando hay un contacto físico explícito.

“El acoso es la falta de respeto de la privacidad que no necesariamente llega a un tocamiento. Puede incluir roces o agresiones pero que no configuran una cuestión íntegramente física”, explica la abogada y agrega: «Es una interacción forzada, falta de consentimiento. Una eyeculación verbal».

La diferencia con el acoso radica principalmente en el consentimiento ya que el piropo se dice en confianza en ese marco de interacción.

“Lo que hay detrás el acoso callejero es la exclusión de la mujer del espacio público. Porque es un ámbito donde tradicionalmente prevaleció el poder masculino y esa pérdida de poder activa mecanismos de violencia aleccionadora para decirnos que la calle no nos pertenece, que no podemos transitar tranquilas”, explica la abogada.

LAS POSIBLES PENAS

Un hombre que acosa a una mujer puede ser penado con un trabajo de utilidad pública que va de 2 a 10 días, o una multa de 400 a 2 mil pesos. Además puede permanecer bajo arresto de dos a diez días.

El proyecto de modificación del Código Contravencional en la Ciudad aumenta las penas de trabajo de utilidad de 4 a 20 días y las multas de $2.000 a $10.000. “Si bien las penas son importantes, no se toma ninguna medida de fondo. El cambio tiene y debe ser cultural no simplemente punitivo”, destacó.

Fuente: Minutouno