Dudas y certezas del acuerdo de estabilidad que propone Macri

No está claro aún cómo será el intercambio con la oposición y el resto de los convocados; tampoco hay plazos establecidos.  



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En medio de la crisis económica, el acuerdo de estabilidad que impulsa el Presidente Mauricio Macri copó la agenda política. Conocidos hace menos de una semana, los 10 puntos de la propuesta que el Gobierno pretende discutir con la oposición, los gobernadores, la CGT, los empresarios y la Iglesia acumula certezas, pero, sobre todo, dudas.

La mayoría de los interrogantes están vinculados a la concreción de cada uno de los puntos, a sus alcances reales y a la posibilidad de escenificar el acuerdo en una misma mesa de diálogo.

Las certezas
El objetivo: está claro que el llamado al diálogo pretende funcionar como una señal de previsibilidad para los mercados y para el Fondo Monetario Internacional (FMI), una muestra de que, gane quien gane en octubre, existirá un compromiso para «cumplir las obligaciones con los acreedores», garantizar la «seguridad jurídica» y, a mediano plazo, avanzar con las reformas laboral y previsional con las que Cambiemos no pudo avanzar hasta el momento.

Los convocados: la lista se fue ampliando con el paso de los días, pero está claro que, hasta ahora, incluye a líderes de la oposición como Cristina Kirchner, Sergio Massa y Roberto Lavagna, a todos los gobernadores, a la CGT, a los empresarios y a la Iglesia.
Las dudas
¿Cómo sigue?: Macri habló por teléfono con varios de los convocados. Trascendieron contactos con Massa, Lavagna y Scioli. También recibieron la invitación por carta, como el resto de los convocados. Formalizada la convocatoria, ¿cuál será el próximo paso? ¿Cómo se concretará el intercambio de ideas a partir de los 10 puntos que propone el Gobierno? ¿Y la adhesión de los que estén de acuerdo? ¿Habrá una gran reunión con todos los invitados a «dialogar»? ¿O serán encuentros uno a uno? Vale un ejemplo: Cristina Kirchner ya adelantó su rechazo a la iniciativa oficial. ¿Macri la convocará de todos modos, como sugirió el ministro del Interior, Rogelio Frigerio? Los detalles de cómo se concrete el asentimiento de los convocados son por ahora una incógnita.

Los tiempos: tampoco está claro cuáles son los tiempos de la iniciativa. ¿Qué plazos maneja el Gobierno para que los 10 puntos estén firmados por quienes adhieran a ellos? ¿Y para eventuales encuentros cara a cara con los convocados? ¿Cuándo serían esas reuniones? El avance del calendario electoral jugará fuerte en esas precisiones que el Gobierno todavía no difundió.

Las disidencias: «Le quiero pedir que pueda expresarse sobre estos 10 puntos que consideramos imprescindibles para despejar algunas de las dudas que existen sobre nuestro país», dice Macri en uno de los párrafos en la carta que en las últimas horas envío a los invitados a firmar su iniciativa. ¿Supone ese «que pueda expresarse» que los convocados podrán plantear disidencias a los puntos tal como están presentados? ¿Habrá lugar para discutir y proponer correcciones, supresiones o agregados a los 10 puntos originales? ¿O quien firme deberá hacerlo en conformidad con el «consenso» tal como está planteado?

Los ausentes: Macri no convocó a los movimientos sociales, actores de buen vínculo con el Gobierno a través de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, ni a los partidos de izquierda. Tampoco fue invitada la líder del GEN, Margarita Stolbizer que, de todos modos, ya rechazó la propuesta. La tildó de «electoralista» y aseguró que «desnuda la debilidad y desorientación del Gobierno».

Fuente:

La Nación