Desechos de alimentos: un problema global que esconde la solución contra el hambre

Un tercio de la comida que se produce en el mundo se pierde o desperdicia, por lo que las acciones para reducir esa cifra achicará la brecha entre quienes tiran y quienes no tienen nada en el plato. Télam habló con especialistas de Argentina, Europa y Estados Unidos.



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En una famosa frase el filósofo italiano Umberto Eco definió la estadística como la ciencia según la cual si una persona come dos pollos y otra ninguno, se deduce que cada una se comió un pollo. Pero la verdad es que ninguna se comió un pollo ya que, más allá de contener un error epistemológico, la frase no tiene en cuenta otra estadística (sí, justamente la estadística): en el mundo un tercio de los alimentos se estropea o desperdicia, situación que se reproduce tanto en los países industrializados y en los que están en desarrollo, y genera desigualdades entre quienes tiran la comida al tacho y quienes no tienen nada en el plato, además de costos económicos y ecológicos evitables.
La comida sana y nutritiva que se desperidicia puede alimentar a unos 2 mil millones de personas, es decir, más del doble de personas que sufren de desnutrición en el mundo, de acuerdo a datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Las pérdidas ocurren en toda la cadena productiva: desechada en la producción y la cosecha, también durante el procesado y embalaje, destruida durante el transporte, tirada por los supermercados y luego por el consumidor.
La situación en Argentina
En la Argentina las pérdidas y desperdicios de alimentos se estiman en un 12,5% de la producción agroalimentaria, algo más de 16 millones de toneladas, según cifras que maneja la representación local de la FAO.
En América Latina se pierden o desperdician hasta 127 millones de toneladas de alimentos al año (representa un 6% de las perdidas mundiales), suficientes para satisfacer las necesidades de 300 millones de personas, también de acuerdo a estimaciones del organismo.
“Venimos trabajando desde hace varios años en la pérdida y desperdicio de alimentos, que comenzó como una iniciativa en la Oficina Regional para América Latina y Caribe, en donde se capacitó a técnicos referentes de organismos nacionales y no gubernamentales para la conformación de una Red de expertos. En la Argentina el papel de la FAO resulta clave. En un primer lugar, la temática de pérdida y desperdicio ha sido el de incluirlo en la agenda política del país”, afirmó Francisco Yofre, oficial a cargo de FAO en Argentina.
Sobre este último punto, el organismo trabaja en conjunto con el Ministerio de Agroindustria de la Nación en el Programa Nacional de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos que fomenta la reducción de la pérdida de comida entre gobiernos locales, empresas y en cada casa.
Entre otras acciones lanzó una campaña llamada “No tires comida” con una guía para concientizar al consumidor y publicó un manual online y gratuito que se puede descargar para “aprovechar al máximo los alimentos y evitar el desperdicio”.

Fuente: Télam



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