Descubren a un pastor evangélico abusando de una menor en una ducha

Fue en un instituto para personas con discapacidad mental, donde el acusado da un taller de panadería



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“Solamente estábamos charlando”, le dijo el sujeto a la portera de la institución cuando lo encontró en el baño en el sector de duchas con una alumna que se acomodaba la ropa. Después, la chica declaró que fue sometida sexualmente lo que el hombre habría repetido con otras alumnas del establecimiento. El acusado es el encargado del taller de panadería del Centro de Amigos y Padres de Personas Discapacitadas Mentales (CAPDIM) ubicado en la ciudad chubutense de Trelew. También es pastor evangélico. Existen al menos cuatro denuncias de abusos (en el caso mencionado con acceso carnal).

El acusado se entregó y se realizó la audiencia de control de detención. Está detenido. La audiencia continuará el viernes y es muy probable que se dicte su prisión preventiva mientras se extienda la investigación.

De acuerdo al relato llevado adelante por los representantes fiscales, y según la denuncia presentada, el día 16 de abril de este año una de las alumnas concurrió al centro cerca de las 13 y cuando se fue a cambiar al baño fue seguida por el maestro panadero, quien ya en su interior le pidió que se bajara los pantalones, a lo que la víctima se negó.

Pero de todas maneras, el hombre la forzó y finalmente la sometió sexualmente. Sin embargo, una integrante del personal llegó hasta el lugar y pudo observar cuando la alumna se acomodaba la ropa y al imputado en el sector de duchas explicándole que “solamente estaban charlando”.

A partir de allí, de las consultas y los relatos, se desprende que ante la convocatoria por parte de los directivos a familiares, comenzaron a conocerse distintos hechos donde participaba el panadero pastor, cuyas víctimas resultaron ser diferentes alumnas que contaron las situaciones que vivían. La fiscal María Tolomei manifestó que la víctima de aquel suceso se explayó y dijo haber recibido la amenaza de no contar, mientras sus familiares encontraron razones cuando ella les expresaba que no quería acudir al taller. También entre los detalles que se fueron conociendo desde los propios testimonios, se supo que los lugares elegidos por el abusador eran los sanitarios y el depósito de harinas.

El 18 de abril y el 20 del mismo mes familiares de sendas víctimas hicieron nuevas denuncias, mientras el 19 de abril una mujer también hizo saber que su hija de 26 años habría sido abusada sexualmente, cuestión que comentó en familia a partir de todo lo que se iba conociendo. En este último caso habría sucedido en el depósito de harinas y en el relato hizo saber que hasta había sido amenazada con un cuchillo en su espalda para que no dijera nada.

Una última denuncia fue radicada ayer en la fiscalía contando los familiares que el hombre les decía que por más que contaran no se las iba a tener en cuenta porque “como eran así nadie les iba a creer”. En este caso la habría sometido sexualmente en los baños, aunque esto sucedía en reiteradas oportunidades y con varias alumnas, a quienes les hacía lo mismo y las amenazaba, lo que generaba que no quisieran acudir a Capdim los días de ese taller.

Los delitos endilgados son al sujeto son abuso sexual con acceso carnal, agravado por haber sido cometido como encargado de educación de sus víctimas, dos hechos en concurso real entre sí, y abuso sexual simple y reiterado, cuatro hechos en concurso real entre sí, en concurso real con hechos de coacción agravada por uso de arma, todo como autor.

Estos delitos están enmarcados en los artículos 119, cuarto párrafo inciso b y primer párrafo, 149 inciso primero, 55 y 45 del código penal, estimándose que la escala penal es de ocho años como pena mínima y más de 50 años como máxima.

Fuente: Clarín 

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