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GÉNOVA (AFP).-Hoy es el día después de la tragedia y el norte de Italia aún siente estupor tras la caída de un puente, principal articulación de las autopistas genovesas, que conecta al país con Francia y que ya provocó al menos 42 muertes, tres de ellos menores de edad, y decenas de heridos y desaparecidos.

De acuerdo con la prefectura de Génova, ya son 42 las víctimas mortales, entre ellas tres menores de ocho, 12 y 13 años. En total 16 personas resultaron heridas, 12 de ellas en estado crítico. Se estima que la cifra seguirá aumentando, dijo el presidente de la región Giovanni Toti tras visitar a los heridos en un hospital junto con el jefe de Gobierno, Giuseppe Conte.

Ahora, equipos de rescate siguen trabajando sin descanso en busca de sobrevivientes bajo los escombros del puente (que se llama El Polcevera, pero es conocido por el nombre de su constructor, Riccardo Morandi, y fue inaugurado en 1967) y entre los más de 30 vehículos que cayeron al vacío en medio de una fuerte tormenta y desde una altura de unos 50 metros.

Mientras tantos, comienzan a conocerse las historias de las víctimas que, en medio de una víspera de feriado en el país, jamás pensaron que una tragedia así iba a terminar con sus vidas. Dieciséis mujeres, once hombres y dos niños ya fueron identificados, de acuerdo a lo publicado por el diario Corriere della Sera.

Una familia destruida 

Papá de cuatro

Luigi Matti Altadonna tenía 35 años, era originario de Curinga, provincia de Catanzaro, estaba casado y tenía cuatro hijos. Iba a trabajar, a bordo de una camioneta, junto a su colega Gianluca Ardini, de 29 años, quien pudo salvar su vida. Él no. Su cuerpo fue encontrado bajo los escombros del puente.

Marta Danisi, de 29 años, una enfermera originaria de Sant’Agata di Militello, y su novio toscano de 32 años, Alberto Fanfani, originario de Florencia, quien trabajaba como anestesiólogo, viajaban en su auto justo cuando el puente se derrumbó. Ninguno de los dos sobrevivió a la tragedia.

Dos trabajadores ambientales 

Bruno Casagrande y Mirko Vicini, dos empleados de Amiu (una empresa ambiental municipal) trabajaban en una camioneta en la isla ecológica justo debajo de la autopista cuando se desplomó. El cuerpo de Casagrande fue encontrado, el de Vicini sigue sin aparecer. Se cree que está debajo de los pedazos gigantes de concreto que se desprendieron en segundos.

El jugador de fútbol 

Andrea Cerulli tenía 48 años, era padre de un niño, jugador amateur del Genoa Club Portuali Voltri y estaba yendo al trabajo cuando murió. En el sitio web del club, publicaron un mensaje en su memoria: «El Genoa Club Portuali Voltri abraza a la familia de Andrea, nuestro asociado, nuestro amigo, nuestro colego, víctima de la tragedia de Ponte Morandi».

Un profesional de la ingeniería

Alessandro Campora tenía 46 años y trabajaba para una empresa privada, Aster. Venía del Santuario de la Madonna della Guardia, un lugar de peregrinación católica ubicado en la cima de Monte Figogna en el Municipio de Ceranesi, a unos 20 kilómetros de Génova. Allí había realizado trabajos de mantenimiento.

Stella y Carlos

«Una parte de nuestro corazón ha quedado bajo los escombros del puente de Génova», escribieron en Facebook los padres de esta joven de 24 años que vivía en Monte San Savino, en la provincia de Arezzo, y murió en el colapso. Junto a Stella Boccia estaba Carlos Jesús Trujillo, su novio de origen dominicano, quien también falleció. Ambos volvían de unas vacaciones.

La Ely

Así se hacía llamar en las redes sociales Elisa Bozzo, de 34 años, oriunda de localidad de Busalla, quien viajaba en su Opel negro cuando pasó la catástrofe. Los primeros en anunciar que estaba desaparecida fueron sus amigos.

Los chilenos 

Juan Carlos Pastenes es un chileno de 64 años que hacía ya treinta que vivía en Italia. Es parte de las casi 40 víctimas fatales junto a su esposa, Nora Rivera, también murió. Ellos dos no son los únicos chilenos muertos en la tragedia: también perdió la vida Juan Figueroa, de 60 años, quien hacía cuatro décadas que vivía en Europa.

Marius y Eddy

Dos albaneses integran la lista fatal. Marius Djerri, de 22 años, estaba con su colega Edy Bokrina en una furgoneta porque se dirigían a trabajar en una empresa de Rapallo.

Tres jóvenes franceses

Nathan Gusman, de 20 años; Melissa Artus, de 22; y Axelle Nemati Alizè Plaze, de 20, partieron de Montpellier para embarcar en Cerdeña y pasaron por el puente justo en el momento del incidente. Todos murieron.

Un grupo de amigos

De acuerdo con lo publicado por el diario El Mundo, Matteo Bentornati, Giovanni Battiloro, Gerardo Esposito y Antonio Stanzione querían pasar juntos unos días entre Niza y Barcelona. Si bien en un primer momento habían decidido viajar en avión, cambiaron de opinión y se subieron a un auto rumbo a España. El trayecto incluía el puente Morandi, que colpasó justo cuando ellos pasaron por allí.

Fuente: La Nación