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Que el alcohol al volante mata es mucho más que un eslogan utilizado para concientizar sobre la peligrosidad de esta tendencia preocupante, que en la Argentina se traduce en estadísticas alarmantes de siniestros viales, que en 2016 superaron los 9.000, con casi diez mil heridos y 66 fallecidos.

Sin embargo, la legislación nacional permite a los conductores ponerse al volante con 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre y tan sólo seis provincias (Córdoba, Salta, Tucumán, La Rioja, Neuquén y Entre Ríos ) restringen este consumo a cero. El listado no incluye a la Ciudad de Buenos Aires, que mantiene una política de controles urbanos estrictos, pero sin establecer la restricción total de consumo.

De prosperar una iniciativa impulsada por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, la historia podría empezar a cambiar. El proyecto, presentado en la Legislatura porteña, se titula «Alcoholemia cero», y se propone «contribuir con la disminución de accidentes viales, una de las principales causas de defunción en el mundo y también en la Argentina».

La iniciativa estipula que estará prohibido en la Ciudad de Buenos Aires conducir con más de cero gramo de alcohol por litro de sangre e incorpora una nueva escala para descuentos de puntos en el registro de conducir. «Esta propuesta va en línea con lo que venimos sosteniendo en nuestros últimos informes sobre siniestralidad vial, donde se aprecia claramente que el consumo de alcohol no es compatible con una conducción segura, y que ello pone en riesgo la vida de los conductores y de los terceros», asegura el titular del organismo, Alejandro Amor.

El documento presentado en 2016 refirió un total de 9.090 siniestros en los que fueron heridas 9.776 personas y 66 fallecieron sólo en la Ciudad de Buenos Aires. Los motociclistas son el principal grupo de riesgo: representan el 42,4% del total de víctimas fatales in situ, y el 39,1% de los heridos. Si se agrupa la cantidad de víctimas por franja etaria, la población entre 20 y 39 años alcanza al 56,5% de las víctimas totales y representa el 48,6% de los muertos.

Diferencias límites 

El límite de 0,5 quedó establecido por la Ley Nacional de Tránsito, a la que pueden suscribir o no las provincias y los municipios. Desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial (dependiente del Ministerio de Transporte) aseguran que «no hay registros de que haya más accidentes por tener este margen de tolerancia; en los accidentes suele haber una graduación bastante superior a los 2 gramos», sostienen.

Entre los fundamentos de la iniciativa enviada por la Defensoría porteña se sostiente que «es grave lo que sucede en la Ciudad de Buenos Aires, donde un informe del Ministerio Público Fiscal determinó que las autoridades detienen a un conductor ebrio cada dos horas». Según estos registros, casi la mitad de los casos de alcoholemia positiva de este año se registraron en Palermo, Belgrano y Recoleta. Asimismo, en 2015 se registró un total de 3.159 casos de conductores en estado de ebriedad o bajo los efectos de estupefacientes, lo que significó un 27,3 por ciento más que en el año 2014.

El debate en la Legislatura reflotará la polémica suscitada hace tres años, cuando el actual ministro de Transporte, Guillemo Dietrich, confrontaba con la iniciativa de alcohol cero al volante impulsada entonces por su antecesor Florencio Randazzo.

Fuente: Ámbito