Debate por el aborto: se achica la brecha de la votación y se espera un final ajustado

A 24 horas de la sesión que definirá la suerte de la ley, el resultado es una incógnita. Por ahora, 117 diputados votan en contra y 111 a favor. Pero quedan 27 indecisos.



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En medio de fuertes presiones que llegaron hasta la amenaza de muerte a un legislador tucumano, la Cámara de Diputados encara las horas finales hacia el histórico debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo, este miércoles desde las 11. Por ahora, en los conteos, sigue llevando ventaja la postura contraria al proyecto que propone el aborto seguro, libre y gratuito hasta la semana 14 de gestación. El relevamiento actualizado arroja 117 votos en contra y 111 a favor, pero persisten 27 indecisos que tendrán un rol clave en la definición.

La brecha se achicó este lunes desde los números que se manejaron el fin de semana (117-107-31). Es que cinco indecisos “blanquearon” que votarán a favor del proyecto: la correntina Sofía Brambilla (Pro), los bonaerenses María Isabel Guerín y Abel Furlán (FpV), el pampeano Sergio Ziliotto (PJ), y el entrerriano Jorge Lacoste (UCR). La posición antiaborto sumó dos voluntades. La más sorprendente, la del mendocino José Luis Ramón (intransigente, aliado al bloque de Martín Lousteau), quien se dio vuelta: había hecho la semana pasada un largo comunicado y concedió entrevistas a medios nacionales -entre ellos Clarín– para manifestar que votaría a favor por una cuestión de “salud pública” más allá de su convicción contraria al aborto, pero este lunes anunció su cambio de voto.

En contra definió también su voto -según sus voceros- la misionera Flavia Morales (Frente de la Concordia), pero los antiabortistas sufrieron dos bajas que generan suspenso: pasaron a fila de “indecisos” la radical chaqueña Aída Ayala, y el massista José Ignacio de Mendiguren, que anunció que pasó del rechazo seguro a estar “pensando” su voto.

Pero dentro de los “indecisos” también se registran tendencias, y se presume que son más los que se inclinarían por votar a favor del proyecto (cerca de una docena), y en contra serían 6. Así, si se “proyectan” los indecisos, el asunto podría hasta derivar en empate, aunque quedan 9 “indecisos” inescrutables aún para los sectores en pugna. El final es voto a voto, dramático, y serán decisivos tanto estos últimos como las ausencias o abstenciones al momento de votar.

“La tensión es terrible”, afirmó a Clarín un diputado que está en la cocina del debate.

A las denunciadas presiones de la Iglesia Católica y de grupos religiosos, se sumó este lunes la denuncia del tucumano Facundo Garretón (Pro), de haber recibido amenazas de muerte. “Recibí amenazas de todo tipo. El Arzobispo de Tucumán llegó a nombrarnos en el Tedeum; me despierto con 300 mensajes por día y no está bueno. Pero no afecta mi decisión”, afirmó Garretón, que si bien se manifestó en contra, sostuvo que “la despenalización es una herramienta para bajarlo (el número)”. El diputado aparece en lista de indecisos que votarían a favor.

Del otro lado, el único diputado por el socialismo que gobierna Santa Fe, Luis Contigiani, tuvo que cambiar este lunes el nombre a su monobloque. Ya no es Partido Socialista sino “Frente Progresista Cívico y Social”, la alianza entre socialistas y radicales que gobierna la provincia desde 2007. Es que su postura antiaborto armó un revuelo de dimensiones, por estar en contra del programa histórico del socialismo.

Este martes volverá a reunirse, desde las 15 por última vez y para firmar dictamen, el plenario de las comisiones de Legislación General, Salud, Legislación Penal, y Familia. Se darán los últimos discursos y luego sí, se estamparán las firmas al dictamen de consenso del proyecto de aborto seguro, que obtendría mayoría.

“Estamos muy cerca de poder sacar la ley”, sostuvo a Clarín el macrista Daniel Lipovetzky (a favor), quien coordinó todas las audiencias como titular de Legislación General. Los conteos de ese sector dan empate en torno a 119 votos, y después quedan los indecisos. Los que rechazan el proyecto confían en mantener ventaja.

En las filas macristas hay una preocupación adicional, de estricta política. Quienes están a favor creen que un rechazo en Diputados terminará siendo un costo para el Gobierno, por el bajo aporte de votos Pro, a pesar de que Mauricio Macri fue quien dio luz verde para que este debate histórico se diera por primera vez. las encuestas indican que la mayoría de la sociedad apoya la sanción de la ley.

Desde ambas partes tratan de convencer indecisos y de reforzar los propios votos y coinciden que las próximas horas serán decisivas.

 

Fuente: Clarín 



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