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La Argentina transcurrió el primer trimestre de su historia en el que las aerolíneas tradicionales compitieron con las low cost clásicas, esas que salen de aeropuertos alternativos y no gastan una moneda en comida para los pasajeros. ¿Qué pasó? Casi todas volaron más, las tradicionales y las de bajo costo.
La novedad es que en lo que va del año ya se puede ver el efecto low cost. Flybondi, que inició sus operaciones a mediados de febrero con muchos problemas y un sólo avión, ya llegó a 4% del mercado en marzo y dos si se promedia el trimestre en el que participó sólo la mitad de los días. Andes, la otra compañía que compite con pasajes baratos y con pagos diferenciales por equipajes, aunque no usa aeropuertos alternativos, tuvo un crecimiento exponencial. Sus vuelos aumentaron 92% y los pasajeros, 149 por ciento. Por cada 100 asientos que ofrecen ocuparon 80 y la cuota de mercado llegó a 7 por ciento.
Avianca es la que tuvo el arranque más lento. Opera aviones más chicos y no hizo una política de ofertas expansiva. A la espera de la llegada de aeronaves más grandes, se quedó con el 1% del total del mercado.
Las empresas tradicionales, Aerolíneas Argentinas , Austral y Latam, tuvieron un comportamiento dispar. La línea aérea estatal voló 4% más que el mismo período de 2017 y transportó 8% de pasajeros, mientras que Austral tuvo números similares, 3 y 7% respectivamente. Sin embargo, perdieron un punto porcentual cada una si se mide la participación de mercado. Es decir, se agrandó la torta y hay más comensales que comen de ella.
Fuente: La Nación