Controlarán con tobilleras electrónicas que los agresores no se acerquen a las víctimas de violencia de género

Se logrará sin necesidad de que ella deba presionar un botón antipánico ya que estará vigilado desde un centro de monitoreo.



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Un nuevo sistema de tobilleras electrónicas buscará que, en los casos de alto riesgo, el agresor no se pueda acercar más de 700 metros a la víctima sin necesidad de que ella deba presionar un botón antipánico. El hombre estará vigilado desde un centro de monitoreo. La Secretaría de Derechos Humanos bonaerense comenzó a capacitar personal de 13 municipios para que en un mes empiecen a funcionar.

El Programa de Tobilleras Electrónicas Duales ya tuvo su prueba piloto en San Martín durante un año y medio. En total se protegieron a 14 mujeres con esta modalidad. Algunos agresores han ido presos. En otras situaciones no ha habido nuevo riesgo y ha terminado el programa. Los jueces de familia son los que deciden en qué casos se aplica el uso de estas tobilleras duales. Se trataría de un complemento para las medidas cautelares.

El programa consiste en colocar una tobillera al agresor y que tenga un rastreador que también funciona como teléfono para que lo llamen desde el centro de monitoreo cuando ven que está a menos de siete cuadras de la víctima. «Hay situaciones en que uno ve que son casuales, otras son reiterados porque están probando el sistema. El tema del incumplimiento queda registrado. Es una diferencia con el botón antipánico. Cuando llega la policía, en los casos del botón, a veces el agresor ya se fue», explicó a LA NACION Agustina Ayllón, Presidenta del Instituto de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires.

La mujer tendrá una especie de teléfono que, además de tener sistema de geolocalización, cuenta con teléfonos predeterminados para llamar a algún familiar, centro de monitoreo o funcionar también como botón antipánico.

En el caso en que el agresor se acerque a menos de 700 metros, los operadores llaman al agresor para advertirle que se aleje. Cuando esto ocurre, al agresor se le prende una luz en la tobillera y suena el rastreador. En caso de que pase la zona de advertencia, estando a menos de 300 metros de la víctima, dos móviles policiales se activarán: uno irá a buscar al agresor y el otro a proteger a la víctima.

El programa surge a partir un convenio entre el Ministerio de Justicia de Nación y la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia, y se implementa a través del Instituto Provincial de Género y Diversidad Sexual y el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), que no sólo evita acercamientos, sino también, supervisa el efectivo cumplimiento de las medidas judiciales, como una restricción perimetral.

Los dispositivos los provee el gobierno nacional, en el marco del Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres.

No todas las víctimas de violencia de género podrán entrar en este programa. «La orden sale de la Justicia. Es el juez el que establece que ese es un caso de tobilleras. Es para situaciones de alto riesgo. Es un tanto invasivo, porque uno tiene un monitoreo continuo de la persona. Las mujeres tienen conciencia que existe un alto riesgo, por eso no es tan masivo como el botón», explicó Ayllón. Y agregó: «La idea es que sea una herramienta transitoria. Cuando la situación de peligro esté fuera ya se la pueda sacar la mujer».

Los municipios donde este programa comenzará a funcionar son Pilar, La Plata, Hurlingham, San Isidro, San Vicente, General Rodríguez, San Miguel, Morón, Quilmes, Almirante Brown, Lomas de Zamora y Lanús. En San Martín sigue funcionando desde el inicio de la prueba piloto.

Ayer se realizó la presentación del programa a los municipios. Ahora queda que realicen la capacitación en cada uno y que, luego de unos meses, la implementación sea enteramente municipal y que desde la provincia sólo les brinden las tobilleras y supervisen el programa.

Fuente:

La Nación

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