Conocé el método para leer y comprender tres veces más rápido

Lo desarrolló un profesor universitario y especialista en productividad. Se puede aprender en apenas 20 minutos.



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¿Hemos estado leyendo y estudiando toda la vida mal? Es una pregunta retórica, aunque quizás sea algo exagerada. Sea como fuera, lo cierto es que existe un método de aprendizaje más eficaz, al parecer, que el que hemos aprendido de niños en la escuela la mayoría de nosotros; permite triplicar la velocidad de lectura y comprensión. El sistema es muy sencillo y, sorprendente, aprenderlo no toma más de 20 minutos.

El método se llama Proyecto PX y no es nuevo. Tiene 10 años. Lo creó en 1998 Tim Ferriss, un especialista en productividad y profesor de la Universidad de Princeton, para sus alumnos de pregrado. Básicamente, lo que plantea Ferriss es que nuestra velocidad de lectura y compresión actual resulta poco productiva debido a diferentes “ineficiencias” en el proceso.

El sistema, que Farriss asegura “nunca vio fallar”, corrige esos defectos lo que da como resultado un aumento mayúsculo en la rapidez de lectura. “Si atendemos a los principios básicos del sistema visual humano, podemos eliminar “ineficiencias” y aumentar la velocidad, a la vez que la mejora de atención”, explica el también autor de varios libros sobre productividad, incluyendo el best sellers “Four Hour Work Week”.

Ahora bien, según se ha establecido por diversos estudios, la velocidad “normal” de lectura promedio es de 200 a 300 palabras por minuto (algo así como entre media página y una página por minuto). Pero con el método Proyecto PX se puede elevar a más de 1000 palabras por minuto, y en algunos casos superar las 3000. Es decir unas 10 páginas por minuto.

El sistema fue probado en un experimento cognitivo con hablantes de cinco idiomas (el español entre ellos) e incluyó disléxicos. Al finalizar la prueba, fueron capaces de leer más de 3 mil palabras por minuto de material técnico.

Factores que tienen en cuenta la técnica

– Al leer no movemos la vista en una línea continua. Lo hacemos en una secuencia discreta de “saltos” de la vista, moviendo el foco visual un pequeño segmento en cada salto y posicionando la vista al final del segmento. Luego de cada salto, los lectores no entrenados en general mantienen el foco en ese punto fijo de un cuarto a medio segundo. Para demostrar esto se puede cerrar un ojo, y tapar el párpado con la punta del dedo. Luego usar el otro ojo para recorrer una línea recta con la vista (sin mover la cabeza). Así se pueden notar los saltos de la vista y los períodos de foco en un punto.

Tim Ferriss, profesor universitario y especialista en productividad es el autor del Proyecto PX.

– La mayoría de las personas se repiten a si mismos lo que leen, perdiendo con esto como mínimo un 30% del tiempo de lectura.

– Las personas no entrenadas en lectura rápida en general no aprovechan por completo la visión periférica horizontal. Con esto repiten el 50% de las palabras que leen.

Cuatro pasos para aprender el método Proyecto PX

Para realizar este ejercicio se necesita un libro de aproximadamente 200 páginas, una lapicera y un cronómetro.

Recomendación: optar por un libro que pueda permanecer abierto sin necesidad de sostenerlo y donde se pueda leer claramente tanto las páginas pares como las impares. Ahora sí, empecemos.

– Para determinar nuestra velocidad actual de lectura, Ferriss propone seleccionar 10 líneas aleatoreamente de un texto y contar la cantidad total de palabras en esas 10 líneas. Luego dividir dicha cantidad entre 10 para tener la cantidad promedio de palabras por línea.

– Después hay que tomar el cronómetro y leer durante un minuto. No hay que leer más rápido que lo normal y se debe entender lo que se lee. Es decir, como se hace normalmente. Luego, hay que tomar la cantidad de líneas que se leyeron y multiplicarla por la cantidad promedio de palabras por línea para obtener el ratio actual de palabras por minuto.

– Usar este método en vez de contar directamente la cantidad de palabras, dado que la cantidad de palabras por línea puede variar dependiendo de la página que se está leyendo.

Segundo paso: Usar una lapicera para marcar el ritmo de la lectura

– Al marcar el ritmo de la lectura se controla la velocidad de la misma. Esto también ayuda a disminuir el tiempo de fijación de la vista, así como también a eliminar repetir lo que se lee.

– Usar una lapicera para marcar el foco de la lectura. En general funciona mejor poner la lapicera de manera vertical con la punta bajo el texto. Se debe dejar la tapa colocada y simular subrayar cada línea.

a) Leer usando la lapicera para acompañar el foco. Hacerlo por dos minutos pero esta vez sin la necesidad de comprender la lectura (eso viene después). Luego, leer una línea en no más de un segundo y aumentar la velocidad en cada página.

b) Leer por tres minutos, pero ahora tomando medio segundo por línea en lugar de uno. En este punto es probable que no se llegue a comprender nada del texto. No hay que preocuparse por eso ya que el ejercicio no tiene como objetivo la comprensión lectora sino condicionar la velocidad de lectura y marcar el ritmo del foco. Es importante no distraerse durante estos minutos.

Tercer paso: Utilizar la visión periférica

– Aquí entra en juego la visión periférica. “Si mirás el centro de la pantalla de tu computadora, vas a ver no sólo el centro sino también los costados. Hacer uso de esta visión periférica puede incrementar la velocidad de lectura en un 300%. Los lectores no entrenados no aprovechan esta ventaja y hacen que parte de su visión vaya a los márgenes del libro, donde no hay contenido”, explica Ferriss.

Ejemplo: Hace aproximadamente diez años, los estudiantes leían cuatro horas por día

Si se logra usar la visión periférica para comenzar la lectura en la palabra “años” y terminarla en la palabra “cuatro” se eliminan 6 de las 11 palabras del texto. Esto significaría más que duplicar la velocidad de lectura.

​ Este concepto implica las siguientes técnicas:

a) Leer durante 1 minuto, tomando un segundo por línea, sin importar la comprensión de la lectura. Comenzar la lectura en la segunda palabra de cada línea y terminarla en la penúltima palabra (o sea, saltear una palabra al principio de la línea y otra al final). Finalmente, aumentar la velocidad con cada página y bajo ningún concepto demorarse más de un segundo en una línea.

b) Leer durante 1 minuto tomando un segundo por línea pero esta vez comenzando en la tercer palabra de la línea y terminando en la ante penúltima (es decir, saltear dos palabras al principio de la línea y dos al final).

c) Por último, leer durante 3 minutos, tomando medio segundo por línea y salteando tres palabras al principio de la línea y tres al final. Es probable que en este punto no se retenga nada de la lectura dada la velocidad de la misma.

Cuarto Paso: Determinar la nueva velocidad de lectura

Calcular la nueva velocidad de lectura esta vez comprendiendo el texto de la misma manera que lo hiciste en el paso 1.

Una vez aprendidas las técnicas la velocidad de lectura aumentará considerablemente. A partir de ahora hay que seguir leyendo utilizando la lapicera para marcar el ritmo y la visión periférica para leer más en menos tiempo. La velocidad con la que se lea podrá elegirla uno mismo según el tipo de lectura que se trate y del grado de compresión que quieras alcanzar.

Fuente: Clarín 

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